Una cuarta parte de los pacientes con VIH tratados con antirretrovirales en Manhiça, Mozambique, desarrollaron resistencia a los fármacos, por lo que los médicos subrayaron la necesidad de nuevos medicamentos alternativos para evitar que la enfermedad se extienda.
Un estudio liderado por investigadores de Instituto de Salud Global (ISGlobal) y el Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa) en Barcelona, España, que publica la revista Journal of Antimicrobial Chemotherapy, demostró que crece el desarrollo de resistencia del virus del sida contra los fármacos disponibles.
Según la investigadora del ISGlobal María Rupérez, las personas que desarrollaron resistencia a los tratamientos pueden transmitir estas resistencias en el momento de la infección a otras personas, por lo que la cifra de virus mutados en la zona se incrementará con el tiempo.
Rupérez recordó que los medicamentos que pueden bloquear estos virus son de fácil acceso en los países ricos, pero son caros y más difíciles de conseguir en zonas como Mozambique, donde el 11 % de su población de entre 15 y 49 años vive con VIH.
Esta situación, según los médicos, podría conllevar un incremento a corto plazo de la mortalidad por sida en este país africano, además de comprometer el control de la epidemia en el resto de continente.
El estudio revela a falta de antirretrovirales alternativos junto con herramientas de monitorización en los países en desarrollo, que permitirían detectar el fracaso de los tratamientos a tiempo para poder cambiar los fármacos y frenar la progresión de la enfermedad.
El estudio se llevó a cabo en el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM), una de las regiones con mayor prevalencia de VIH en África, con un 40 % de su población que vive con el virus.
Los resultados obtenidos muestran que el 24 % de los pacientes tratados en Manhiça presentan cargas virales elevadas, lo que significa que el VIH continúa replicándose pese a recibir tratamiento, y de éstos un 89 % desarrolló resistencias a los fármacos antirretrovirales que se utilizan habitualmente.
La prevalencia de transmisión de VIH resistente a los antirretrovirales también se incrementó hasta un 5 % en Sudáfrica, Kenia y Zambia, alcanzando el 15 % en Uganda, según ISGLobal.
Desde el 2001, la distribución a gran escala de antirretrovirales junto con protocolos estandarizados permitió tratar a más de 9 millones de personas que viven con el VIH en países en desarrollo, especialmente en el África subsahariana.
Sin embargo, algunos pacientes, bien debido a una falta de adherencia al tratamiento o al desarrollo de resistencias, no consiguen frenar la réplica del virus y mantienen elevadas cargas virales, lo que predispone a acumular resistencias y a propagar la enfermedad.
La solución, dijo el investigador del IrsiCaixa Roger Paredes, es facilitar el acceso a un amplio abanico de tratamientos y «a nuevos test rápidos de monitoreo viral que permitan detectar el fracaso virológico precoz en los mismos centros de salud, tal y como recomienda la OMS».