Cada vez más niños estadounidenses ingresan desde muy pequeños en la «obesidad extrema», una nueva categoría asociada a más riesgos de morir joven y desarrollar pronto enfermedades que habitualmente se sufren más adelante en la vida, indica un estudio publicado ayer en el Journal of Pediatrics.
El 7,3% de los varones y 5,5% de las nenas de 2 a 19 años son actualmente considerados «obesos extremos», una categoría definida el año pasado por el Centro de control de enfermedades de Estados Unidos (CDC), indica el estudio realizado por el grupo de seguros de salud Kaiser Permanente.
Son considerados «extremadamente» obesos los niños con un Indice de Masa Corpotal (IMC) superior a 35 kilos por metro cuadrado. Así, un niño de 12 años que mida 1,52 m y pese 82 kilos entra en esta nueva clasificación.
Esta forma mórbida de gordura afecta más a los varones a la edad de 10 años y las niñas a los 12 y los 18 años. «Sin un cambio importante de costumbres, estos niños corren el riesgo de que su esperanza de vida se reduzca de 10 a 20 años y que desarrollen a partir de los 20 años problemas de salud característicos de individuos de 40 a 60, como enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y problemas de articulaciones», afirma Corinna Koebnick, principal autora del estudio.
La obesidad extrema afecta especialmente a las minorías: el 12% de las niñas negras y el 12% de los varones hispanos son extremadamente obesos.