Un grupo de especialistas del país presentó en el Congreso Argentino de Neurología un nuevo enfoque para el tratamiento de la esclerosis múltiple (EM), que consiste en la aplicación de un anticuerpo una vez por mes para disminuir las recaídas y el abordaje multidisciplinario de esa enfermedad, que afecta al sistema nervioso central.
Los avances se presentaron en el simposio «Desafiando el Futuro en Neurología y Esclerosis Múltiple» que se hizo dentro del congreso médico que delibera en Mar del Plata y fue coordinado por Jorge Correale, jefe de Neuroinmunología del Instituto Fleni y Andrés Villa, jefe de la misma unidad del Hospital Ramos Mejía.
El tratamiento consiste en una aplicación mensual inyectable de un anticuerpo monoclonal denominado natalizumab, que debe ser realizada en un centro de salud y por especialistas capacitados.
Villa explicó que la acción de ese anticuerpo obtenido por procesos biotecnológicos «disminuye el número de recaídas o brotes de la enfermedad durante el año en un 68%». El neurólogo destacó que «ese logro permite retrasar el avance de la enfermedad y de aparición de lesiones a nivel neurológico».
La EM es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que se caracteriza por una inflamación y pérdida de mielina, que es la capa protectora que recubre las fibras nerviosas y se estima que en Argentina la padecen entre 6.000 y 8.000 personas. Las investigaciones médicas aún no descubrieron el por qué se producen esos procesos, que son provocados por el ataque del propio sistema inmune al organismo.
La afección neurológica es la más discapacitante de su clase, es padecida por adultos jóvenes de entre 20 y 40 años y afecta al doble de mujeres que hombres. Villa explicó que «esta enfermedad es bastante impredecible y evoluciona de distintas maneras, por lo cual su tratamiento es individualizado».
En ese sentido, aludió al consenso médico de «abordarla de manera multidisciplinaria para atender como punto principal el aspecto neurológico y cada sintomatología en particular».
Los síntomas más comunes de la EM son la debilidad de fuerza muscular en brazos y piernas que produce dificultades al caminar y en las habilidades motoras; problemas de equilibrio; alteración de la sensibilidad; problemas en la visión, neuritis óptica e inflamación del nervio óptico. Correale reiteró que «la EM puede afectar cualquier estructura del sistema nervioso y aparecer así distintos tipos de síntomas que afectan la calidad de vida del paciente».
Pero insistió en que el reconocimiento y tratamiento precoz de la afección mejora el pronóstico y la calidad de vida de quien la padece. Los especialistas se plantearon como uno de los principales desafíos ante la evolución de la EM, el poder determinar en el futuro las características que permitan individualizar cada terapia.
Si bien la enfermedad no tiene cura, en los últimos diez años se logró un importante avance en su manejo a través de la medicación. Así consensuaron los expertos en la reunión que se realiza en Mar del Plata y cuenta con la participación, entre otros, de Dusan Stefoski, neurólogo y profesor asociado del Centro Médico Universitario Rush de Estados Unidos y Emmanuel Bhartolome, del Hospital Erasme de la Universidad Libre de Bruselas