Provincia garantizará preservación de fertilidad en pacientes con cáncer

Por primera vez en el país se ofrecerá en hospitales públicos la conservación de espermatozoides u óvulos. Los tratamientos contra tumores suelen coartar las posibilidades de concebir. 

El ministerio de Salud bonaerense informó que se ofrecerán tratamientos de preservación de la fertilidad a enfermos oncológicos en los hospitales públicos provinciales.

En una primera etapa los servicios funcionarán en los hospitales San Martín de La Plata, Güemes de Haedo, y Penna de Bahía Blanca, y luego se extenderá al resto de los establecimientos donde ofrezcan servicios de reproducción asistida.

Según indicó el titular de la cartera sanitaria provincial, Alejandro Collia, los procedimientos serán tanto “para hombres como para mujeres que atraviesan enfermedades muy severas, como una leucemia o un cáncer de mama y que pueden perder su capacidad reproductiva por los tratamientos a los que necesitan someterse”.

Hasta hace pocos años, las personas que padecían cáncer no sólo tenían que sobrellevar la angustia de la enfermedad y el tratamiento, sino también resignar su fertilidad. Para las mujeres, sobre todo, era sinónimo de no poder tener hijos, al menos con sus propios óvulos.

Las drogas que se utilizan en los tratamientos con quimioterapia y rayos pueden llegar a destruir por completo la capacidad reproductiva. Sin embargo, las técnicas de preservación de la fertilidad pueden evitar ese sufrimiento y permitir a quienes hayan superado un cáncer cumplir el sueño de ser padres.

La ciencia médica logró en las últimas tres décadas cambiar la historia natural de la fertilidad humana gracias a la criopreservación y a la vitrificación de espermatozoides y óvulos, métodos de congelamiento que mantienen en “pausa” la vida de las células reproductivas. Luego, cuando la persona se encuentra en condiciones de llevar adelante un embarazo podrán ser “reanimadas”.

“La idea es seguir igualando oportunidades: ofrecer en hospitales públicos una posibilidad que hasta ahora solo tenían aquellos que podían costear el procedimiento de preservación en el sector privado”, explicó Collia.

El ministro presentó esta nueva práctica del programa de fertilización en la Casa de la Provincia junto a la Presidenta de la Fundación Banco Provincia, Karina Rabolini. 

Allí se desarrolló la jornada satélite del Tercer Congreso de la Sociedad Internacional de Preservación de la Fertilidad, donde se reunió a los equipos sanitarios que hacen los tratamientos de reproducción asistida en hospitales públicos, para que se capaciten y aconsejen a sus pacientes sobre las chances de poder concretar el sueño de ser padres.

La titular del Instituto Provincial del Cáncer, Alejandra Fontao, detalló que cuando aparece un tumor la prioridad para los médicos y el paciente es la cura, y muchas veces se pasa por alto que los tratamientos pueden anular la fertilidad.

“Por eso vamos solicitar a los médicos de nuestros hospitales que toda vez que hagan un diagnóstico de cáncer a una persona en edad fértil tengan en cuenta que es probable que, en la medida que supere la enfermedad, puede llegar a desear tener hijos a futuro, de modo que es bueno que les recomienden preservar la fertilidad”, explicó la doctora Natalia Tarducci, referente del Programa.

Cómo se realizan las técnicas

Primero fueron los espermatozoides y más tarde los óvulos, pero hoy tanto mujeres como los hombres pueden preservar sus células reproductivas.

 “El espermatozoide es la célula más pequeña de los humanos y el óvulo la más grande”, explicó el andrólogo Carlos Carrere, por eso congelar y descongelar los espermatozoides resultó más fácil. De hecho, “en el hospital de Clínicas se abrió el primer banco de semen para preservarlos en el año 1983 y, a nivel mundial, se había conseguido 30 años antes”.

Con los óvulos, en cambio, recién se logró un procedimiento de conservación realmente exitoso hace apenas cinco años. “Es que (el óvulo) contiene mayor cantidad de agua, por eso, mientras se lo descongelaba se le formaban cristales de hielo que dañaban irremediablemente a la célula”, agregó Natalia Tarducci, del Programa Provincial de Fertilización Asistida. De esta manera, con la técnica de criopreservación eran muy pocas las chances de lograr, luego, un embarazo.

Pero desde hace unos cinco años se realiza la vitrificación, una técnica de enfriamiento tan veloz que impide esa cristalización del agua de los óvulos. Tanto los espermatozoides como los óvulos se mantienen en tanques de nitrógeno a 196 grados bajo cero. Así se paraliza el metabolismo de la célula y pueden durar generaciones en ese estado.

En el caso de las mujeres jóvenes (menores de 35 años) que apelan a este procedimiento y luego se hacen una fertilización in Vitro o un tratamiento ICSI la tasa de embarazo alcanza el 50 por ciento. En tanto, en las mayores de 35 las chances son del 30 por ciento. “Esto es todo un avance, porque antes de la vitrificación la tasa de éxito solo alcanzaba el 10 por ciento”, concluyó Carrere.

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