Provincia: pacientes con VIH podrán acceder a tratamientos de fertilización

Además podrán realizarse procedimientos para minimizar el riesgo de contagio de madre a hijo. Entre ellos está el lavado de semen para los hombres y el control de carga viral a las mujeres.

El ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, anunció que las personas con VIH podrán acceder a los tratamientos de fertilización gratuita en los hospitales públicos provinciales, de acuerdo con la ley 14.208. A esta población se le realizarán análisis y controles específicos para evitar la transmisión de madre a hijo.

“Calculamos que en la Provincia hay unas 25.400 personas con VIH dentro de la franja de edad comprendida por la ley de fertilización asistida, y a su vez se estima que alrededor del 20 % de esa población tiene algún problema de infertilidad”, precisó Collia.

Según datos del programa de VIH/Sida bonaerense hay casi 6.000 mujeres con VIH que tienen entre 30 y 40 años, la franja de edad comprendida en la ley de fertilización para la mujer y unos 18.800 varones con el virus de entre 20 y 60 años.

Los problemas de infertilidad afectan a un 15% de la población general. En las personas con VIH esta proporción asciende al 20% porque las infecciones genitales que suelen padecer  y algunos medicamentos que deben tomar influyen negativamente en la capacidad reproductiva. Por lo tanto, se estima que hay alrededor de 5.000 personas que podrían requerir algún procedimiento para tener hijos.

“Todo ciudadano de esta Provincia tiene derecho a formar una familia y a tener garantizado el acceso a los tratamientos, tanto a los antirretrovirales como a los de fertilización. Además con medidas terapéuticas acertadas, ambos tratamientos disminuyen casi a cero el riesgo de transmisión del virus de madre a hijo”, explicó Collia este mediodía en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en el marco de una Jornada de Reproducción Asistida en Personas con VIH.

En rigor, una persona con el virus que no toma el esquema de fármacos incrementa hasta un 25% las posibilidades de transmitir el virus a su bebé en el embarazo, el parto o mediante la lactancia. En cambio, si ingiere la medicación a diario y sigue las pautas del médico reduce esa posibilidad a menos del 2%. A su vez, los expertos en fertilización pueden reducir el riesgo con el lavado de semen y el control permanente de la gestante con VIH.

El embarazo baja los niveles de inmunidad, por lo tanto aquellas mujeres que tengan una pareja con el virus deben mantener relaciones con preservativo durante toda la gestación.

A partir de la incorporación de esta población al programa de fertilización, la Provincia convocó a expertos en infectología y en  fertilización, y también a referentes de ONGs vinculadas al VIH para generar un protocolo de atención adecuado; de modo tal que se proteja la salud de los padres y se prevenga el contagio del bebé por nacer.

Hasta ahora, definieron que a los pacientes con VIH que soliciten tratamientos de reproducción asistida en hospitales provinciales se les realizarán los estudios de fertilidad y, luego, análisis inmunológicos para corroborar que se encuentren con “carga viral negativa”, es decir, que tienen imperceptibles niveles de virus en sangre y, por lo tanto, se encuentran estables. De lo contrario, se los tratará para estabilizarlos y recién luego se hará el tratamiento.

Los especialistas en reproducción asistida explicaron que a partir de esta iniciativa afrontarán dos situaciones posibles: que sólo uno de los miembros de la pareja tenga el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o bien que lo tengan ambos.

Cuando se trata de varones la ley no establece un límite de edad para acceder a los tratamientos de fertilización. “En estos casos si el hombre tiene VIH se hace un ‘lavado de semen’, un procedimiento de laboratorio que reduce 10.000 veces las posibilidades de contagio”, detalló Natalia Tarducci, asesora en fertilización de la Dirección Provincial de Hospitales.

 Explicó que para hacer ese procedimiento el biólogo separará la muestra de semen en dos partes: una quedará congelada y la otra se procesará en el laboratorio de virología por medio de una técnica llamada PCR. El objetivo es separar los espermatozoides del líquido seminal, que es donde se concentra la mayor parte del virus.

“Si este estudio muestra que el paciente tiene una carga casi imperceptible de virus en el semen se usarán los espermatozoides de la muestra congelada para el tratamiento de fertilización”, explicó Tarducci.

Cuando se trate de una pareja en la que sólo la mujer tenga VIH, los médicos del Programa de Fertilización Asistida le harán análisis para comprobar si está en condiciones de someterse al tratamiento con el menor riesgo posible para ella y el bebé.

Si ambos viven con el virus, se reducirá el riesgo mediante el lavado de semen del varón y la búsqueda de estabilidad en la mujer. En cualquier caso, deberán mantener relaciones sexuales con preservativo durante todo el embarazo para evitar riesgo de reinfecciones y adherir con total disciplina al tratamiento antirretroviral.       

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