La tos convulsa, también conocida como coqueluche o pertussis, es una enfermedad respiratoria que aún hoy se cobra muchas vidas: según datos de la OMS se reportan anualmente en el mundo 50 millones de casos y 300 mil muertes por esta causa. Se trata de una enfermedad infecciosa muy contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. A pesar de disponer de una vacuna efectiva para prevenirla, en América Latina y otras regiones del mundo se han registrado un aumento de casos en los últimos años. También en la Argentina se observa esta tendencia, ya que el número de enfermos se duplicó en tres años, aumentando de 1607 a 3085 casos en el 2008, año en el cual 300 niños fueron hospitalizados y 30 fallecieron.
Los chicos más propensos a contraer coqueluche son los más pequeños, en particular los menores de 6 meses de edad. También son los que presentan mayores complicaciones y mayor riesgo de morir por esta enfermedad. Por lo general se contagian de un familiar adulto enfermo y la mayoría de las veces, de su madre. Para proteger a los recién nacidos y lactantes se ha ideado una estrategia conocida como estrategia capullo, que consiste en vacunar contra la tos convulsa a la madre inmediatamente después del parto. Algunos países como Costa Rica ampliaron la estrategia y vacunan también al padre.
En los adultos, la inmunización contra la tos convulsa se administra en su formulación acelular (contiene solamente algunos componentes de la bacteria) y se puede dar conjuntamente con las de difteria y tétanos como vacuna triple acelular o dTpa. A diferencia de las vacunas comunes a células enteras, las acelulares se toleran mejor porque producen menos reacciones locales y efectos adversos generalizados.
En la Argentina, a partir del año 2010 el Calendario Nacional de Inmunizaciones incluye un refuerzo obligatorio de vacuna triple acelular a los niños a 11 años de edad y al personal de la salud que atiende a niños menores de un año.
Con el fin de optimizar la protección de los recién nacidos y los lactantes, el Comité Asesor de Inmunizaciones de EEUU (ACIP por sus siglas en inglés) recomienda ahora vacunar contra la coqueluche a la mujer durante el embarazo. De esta manera los anticuerpos generados por la futura madre pasan al feto a través de la placenta y protegerán al bebé durante sus primeros meses de vida. Este es el período de mayor vulnerabilidad del niño, dado que carece de defensas propias hasta no haber completado su esquema inicial de vacunas.
Nuevas recomendaciones de la ACIP para la vacunación dTpa (difteria, tétanos, pertussis acelular) (Junio 2011)
• Uso de dTpa en mujeres embarazadas: toda gestante que no haya recibido previamente la vacuna de pertussis acelular debe recibir una dosis de dTpa. Se debe administrarla preferentemente en el tercer trimestre o hacia fines del segundo trimestre del embarazo. Si no se aplica durante la gestación, deberá recibirla en el postparto inmediato. Si la embarazada no fue inmunizada previamente contra el tétanos, debe recibir un esquema de tres dosis de vacuna para tétanos y difteria (dT), una de las dosis deberá ser como vacuna triple dTpa administrada preferentemente en el tercer trimestre del embarazo.
Vacunación de adultos y adolescentes que conviven o cuidan a niños menores de 1 año: Todos los que tienen contacto estrecho con niños menores de 1 año de edad (padre, hermanos, abuelos, cuidadores) y que no han sido vacunados previamente con vacuna pertussis acelular, deben recibir una dosis de dTpa. Preferentemente deben ser vacunados al menos dos semanas antes de comenzar a tener contacto con el bebé.
Fuentes: OMS y ACIP, Advisory Committee on Immunization Practices, junio 2011
