Cirujanos del Hospital “El Cruce-Néstor Kirchner” de la localidad bonaerense de Florencio Varela realizaron un trasplante de dedo de pie a la mano de un hombre de 38 años que había sufrido un accidente mientras trabajaba como albañil. Se trata de la primera intervención de este tipo que se realiza en un nosocomio público.
El paciente, llamado Fernando, había perdido gran parte del dedo pulgar de su mano derecha, que se había lesionado por aplastamiento. Para tratarlo, el equipo de médicos recurrió a una técnica de cirugía llamada “wrap around” (envolver alrededor), y usaron partes del dedo gordo del pie del paciente para reconstruirle el dedo pulgar dañado.
El hombre había ingresó a la institución sanitaria de alta complejidad derivado desde el Hospital “Iriarte” de Quilmes, donde había recibido las primeras curaciones luego de sufrir un accidente laboral.
“Se trata de una cirugía que demanda muchos recursos y requiere de médicos y asistentes altamente calificados. El equipo de trasplante fue encabezado por el doctor Sebastián Valbuena, especialista en miembros superiores y microcirugía”, detalló el director ejecutivo del nosocomio, Arnaldo Medina.
“El dedo del trabajador estaba todo negro, sin posibilidad de recuperarse, por lo que los médicos del hospital le propusieron llevar a cabo el trasplante. El paciente se tomó una semana para pensarlo y finalmente aceptó someterse a la operación”, puntualizó.
Por su parte, Valbuena detalló que “en el caso de Fernando había dos posibilidades: amputarle parte del dedo quedándole como secuela el dedo más corto o realizar el trasplante utilizando parte del dedo gordo del pie a la mano”.
“El paciente tuvo que dejar de fumar quince días antes de la intervención. El trasplante consistió en extraer el dedo necrótico hasta llegar al tejido sano y luego se tomó parte del dedo gordo del pie y se lo adaptó al pulgar de la mano”, agregó el cirujano.
“La intervención duró más de seis horas. Primero se unió hueso con hueso a través de unos clavitos, luego se buscó la arteria y también se la unió; después se unieron dos venas y por último los nervios. De esta manera, el paciente va a tener la misma sensibilidad en su dedo que tenía antes de que se produjera el accidente”, concluyó Valbuena.
Fernando, que reside con su esposa y sus tres hijos en Quilmes, aseguró: “Estuve dando vueltas con mi dedo negro, ya no lo sentía, estaba muy mal. Quería que me lo saquen. Cuando me atienden en el Hospital El Cruce, el doctor Valbuena me explica que había una posibilidad, la del trasplante. Le dije que lo iba a pensar y me fui”.
La decisión llegó muy rápido para el paciente: pensó en su mamá y no lo dudó. “Mi madre sufre de diabetes, tiene pie de diabético y necesita un podólogo todos los días. Pensé que si pierdo el dedo de mi mano derecha no podré hacerle las curaciones y por ella tomé la decisión. Ahora mi mamá tendrá podólogo todos los días”, agregó.
La recuperación del albañil demandará unos meses en los que deberá realizar ejercicios de rehabilitación para lograr sensibilidad en el dedo reconstituido. Los médicos calculan que en siete u ocho meses ya podrá estar trabajando otra vez.
Los profesionales que participaron de la intervención dirigida por el doctor Valbuena fueron los anestesiólogos Soledad Valor y Eugenia Fernández, además de los doctores Emanuel Pereira y Andrés Catáneo, residente de ortopedia del Hospital “Mi Pueblo” de Florencio Varela.