Revelan que muchas personas con VIH desconocen sus derechos

Por Celina Abud.- Así lo afirmaron médicos, funcionarios y promotores de la salud en el marco de la presentación de una nueva guía de la Fundación Huésped. El texto, que será distribuido en las consejerías legales del país, apunta a interpretar las leyes y luchar contra la discriminación. 

Los Dres. Carlos Falistococo, Ignacio Maglio y Stella Maris Martínez presentaron la nueva guía de la Fundación Huésped.

En términos de legislación, Argentina es un país privilegiado en el ámbito del VIH/sida, no sólo porque las prácticas y los tratamientos están cubiertos en el programa médico obligatorio (PMO), sino también porque hay leyes que atentan contra todo tipo de discriminación. Sin embargo, los derechos humanos de las personas que viven con el virus no siempre se cumplen, en parte porque ellos mismos desconocen sus garantías y también porque los mismos operadores judiciales no saben cómo exigir su acatamiento.

La falta de información y la persistencia de los prejuicios frente a la infección, llevó a que la Fundación Huésped lanzara la “Guía de Buenas Prácticas ético legales en VIH/sida”, un documento que reemplaza a una edición anterior, de 1999 y que fue coordinada por el Dr. Ignacio Maglio, Responsable del Área de Promoción de Derechos de esa entidad.

El documento, que contó con el apoyo de la Embajada de Canadá, a través del Fondo Canadá para Iniciativas Locales, la fundación Levi Strauss y la Dirección de Sida y ETS del Ministerio de Salud de La Nación, será repartido en las consejerías legales de todo el país. En un futuro, se distribuirá también en centros de salud y pronto estará disponible en formato digital, para que esté al alcance de todo aquel que lo necesite.

“Desde 1999 cambió la legislación, así como también cambió el perfil de la discriminación y de la epidemia. En este nuevo texto intentamos dar respuestas a los nuevos desafíos para que las personas con VIH/sida puedan efectivizar sus derechos”, dijo Maglio a DocSalud.com. 

A diferencia de la edición anterior, esta guía “no contiene el capítulo asociado al derecho de los finales de la vida y a la muerte digna, ya que en aquel momento la morbi-mortalidad asociada al virus era muy alta”, explicó el médico experto en Bioética. Hoy, en tiempos donde la infección por VIH es considerada una enfermedad crónica y controlable, surgen nuevas necesidades. Por un lado, según explicó Maglio, se actualizó el capítulo sobre protección de datos personales; se incorporó otro sobre herramientas contra la discriminación laboral y también se sumó uno más sobre estrategias de accesibilidad y derecho a la salud.

Por su parte, el Dr. Carlos Falistococo, Director de Sida y ETS del Ministerio de Salud de la Nación aclaró que su división “distribuirá esta guía, que no es sólo para la defensoría, sino también para la gente” con el fin de “garantizar que las personas con VIH sepan cuando se violan sus derechos y puedan actuar en consecuencia”.

En relación al desconocimiento de las garantías que amparan a quienes viven con el virus, Falistococo dijo a este medio: “Argentina es un país que tiene oferta universal en salud para los pacientes con VIH, pero esto no implica acceso universal. Para garantizarlo debemos asegurarnos de que se cumplan ciertas condiciones, no sólo mejorar la información, sino también constatar que la gente pueda llegar al hospital; que al momento de llegar, la institución esté funcionando  y que cuenten con los remedios, es decir, dar solución a problemas sociales más integrales”.

La importancia de la labor comunitaria

Los promotores de la salud, que asisten a cursos dictados por la Fundación Huésped para luego realizar tareas en sus barrios, ayudan a garantizar el acceso a la prevención y a los tratamientos a los más vulnerables. Durante la presentación tres voluntarios del Municipio de Lanús, que realizan tareas comunitarias en Villa Jardín dialogaron con este medio.

“Somos como un nexo entre los médicos y las personas, que a veces tienen vergüenza de visitar a un profesional, y otras no pueden concretar una visita porque un turno puede demorar hasta tres meses”, relató Víctor Hugo Esquivel, quien realiza tareas comunitarias en una sala de salud que también cuenta con una conserjería sobre Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y VIH/Sida.

Pero también los voluntarios ayudan desde sus casas o desde otros ámbitos. Esquivel, quien atiende un kiosco, ve a su vidriera como “una ventana terapéutica”, desde donde se encarga de repartir preservativos. “Cuando las chicas vienen a comprar chicles los sábados antes de ir a bailar, les entrego profilácticos, Y aunque en un principio lo toman a mal, les explico que es para que estén prevenidas y después, me lo agradecen”, relató.

La jornada de Raquel Montes de Oca no termina en la sala de Villa Jardín, sino que sigue en su propia casa, donde también entrega preservativos. “Muchos se niegan a usarlo porque sienten vergüenza, pero trato de explicarles que es su seguro de vida, que no sólo previenen los embarazos, sino también las ETS. Cuando entregamos folletería a los adolescentes, les pido que no la tiren, que la lean. Pero aunque hay muchos reacios, también están los que me piden los profilácticos”, indicó.

Por su parte, Susana Mabel Aristiqui, relató que la vergüenza es una barrera para que los más jóvenes visiten al médico. “Hace poco vino una abuela con su nieta, que tenía un atraso. La chica dijo estar avergonzada, pero le dije que no tenía por qué sentirse así y le gestioné el turno con una ginecóloga”, agregó.

Por último, los tres manifestaron estar alegres de que en la sala de Villa Jardín hoy ofrezcan el test de VIH, ya que por falta de dinero, los jóvenes no siempre pueden trasladarse a los hospitales.

“La tarea que realizamos es difícil y las adicciones son un gran obstáculo en la zona donde estamos. Muchos usuarios de droga no aceptan su problema y los riesgos ante el VIH. Pero aunque a veces te miren mal por promover la salud, la tarea es gratificante”, indicó Esquivel, quien también usará la nueva guía como instrumento para hacer valer los derechos de quienes más lo necesitan.

La discriminación laboral, un tema que persiste

La Dra. Stella Maris Martínez, Defensora General de la Nación, fue la encargada de redactar el prólogo de la guía, donde enfatizó en “la necesidad de que todos los habitantes de nuestro país conozcan los derechos que les otorgan tanto los instrumentos internacionales de derechos humanos como las leyes internas”. También habló sobre la importancia de que cuenten con “el asesoramiento necesario para exigir tales derechos cuando les son injustamente negados”.

Un espacio en el que se vulneran esta garantías es el laboral. Al respecto, Maglio opinó: “Parece mentira que tras 30 años de epidemia la discriminación siga siendo un problema en este ámbito”.

 A su vez, Maglio indicó que la segregación se “sofisticó” y que hoy no es tan explícita. “En algunos casos, se incluye subrepticiamente el test de VIH en los exámenes preocupacionales. En otros, se le hace firmar al candidato un consentimiento para realizarle esta prueba. Pero si llega a dar positivo, es difícil probar si el resultado tiene que ver con que el aspirante no acceda al puesto”, reveló el experto.

En ese sentido, la guía detalla todas las situaciones que pueden ser discriminatorias en el trabajo, tanto en la etapa previa a entrar a una empresa como una vez que ya se es empleado.

“Muchas veces se realizan preguntas sobre el estilo de vida durante las entrevistas de trabajo, y eso no se debe hacer, ya que lo que se trata de proteger es la privacidad de las personas”, indicó.

Para atender estos reclamos, así como los de otros espacios, la Fundación Huésped cuenta con un teléfono para asesoría legal. Las denuncias son recibidas en la línea 0800 22 4837.

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