La revista The New England Journal of Medicine, con la autoridad que le dan sus 200 años de historia, decidió emitir un pronóstico sobre como será cómo será el siglo que viene en esta materia. Así lo reprodujo el diario español El Mundo.
Si bien los investigadores de la Universidad estadounidense de Harvard Isaac Kohane, Jeffrey Drazen y Edward Campion, es difícil realizar predicciones muy concretas a un plazo tan largo, pero sí se atreven a vaticinar cómo será la Medicina del Futuro.
Precisión y transparencia en tamaño pequeño
Los expertos pronosticaron que los descubrimientos biomédicos se acelerarán hasta hacer posible conocer al detalle la compostura molecular de cada individuo; qué nutrientes le sientan mejor a sus genes, cómo se ve afectado por el medio ambiente y de qué manera interaccionan sus microbios con cada fármaco.
Auguran que esta “medicina de precisión” será posible gracias a la gran cantidad de datos disponibles de poblaciones compuestas por millones de individuos, que será útil para aplicar en modelos estadísticos y estudios observacionales.
Según la revista, los dispositivos médicos del siglo que viene serán «más pequeños, más precisos, más interactivos». Pero especificaron que «el salto cuántico no vendrá de los dispositivos en sí mismos, sino de la información que arrojen».
Por otra parte, los avances conjuntos harán que los pacientes demanden más transparencia, especialmente en lo referente a las nuevas tecnologías, que deberán ser estrictamente controladas por las agencias reguladoras.
Eficiencia, pero con humanidad
Los expertos sentenciaron que la era en la que se invierten recursos millonarios en la investigación biomédica murió y que la medicina del futuro primará un uso mucho más eficiente de los recursos, y se orientarán especialmente a la prevención.
Eso significa también que el futuro bienestar global depende de «que se reduzcan las enormes disparidades en salud que existen entre los países pobres y los más ricos”, indicaron los expertos.
Por otra parte, los investigadores señalaron que una población informada y educada, es una población más sana. «Aumentar el poder de las tecnologías de la información puede ayudar a encontrar maneras de promover la salud mundial», sugieren.
Por último, a pesar de los avances tecnológicos, genómicos y estadísticos, médicos y pacientes deberán mantener una buena relación, por lo que se apela a una medicina más humana.