Cada vez es más común ver, en cualquier momento del año, gente que padece un cuadro similar al de un resfrío. Se trata de un conjunto de síntomas que afectan la nariz tales como la congestión nasal, estornudos, prurito y rinorrea (secreción nasal excesiva) que corresponden a una afección conocida como rinitis alérgica (RA), que puede presentarse en episodios de manera moderada a severa persistente.
La RA se manifiesta como consecuencia de la inhalación o la exposición a los alérgenos como el polvo, la caspa, el veneno de insectos, hongos, moho o el polen. En la mayoría de los casos, esta enfermedad es subestimada por los pacientes y subdiagnosticada por los médicos de atención primaria quienes se concentran en tratar sus síntomas.
Sin embargo, según los especialistas, se estima que del 30 al 40% de la población mundial padece alergias y, dentro de este grupo, 400 millones de personas sufren rinitis. En 2010, se llevó adelante el estudio Allergies in Latin America (AILA) que encuestó a pacientes a partir de los 4 años que padecen rinitis alérgica o alergias nasales.
En total se investigaron 22.012 hogares en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela con diagnóstico de estas patologías y síntomas o tratamiento durante los últimos 12 meses. Se entrevistó a 1088 pacientes adultos y a 488 padres con respecto a los síntomas, las molestias de la enfermedad y el tratamiento de la RA, lo cual proporciona un enfoque y perspectivas para comprender las molestias de la enfermedad y también los paradigmas actuales de tratamiento.
El trabajo reveló que la RA es una de las enfermedades crónicas más comunes en América Latina y que va en aumento a nivel mundial según el Estudio Internacional sobre el Asma y las Alergias en la Infancia, Fase I y Fase II.
En muchos casos es tratada como una enfermedad molesta y se descuida el impacto en la calidad de vida puede resultar significativo para el paciente. AILA demostró que casi dos tercios de los encuestados presentaban un aumento del cansancio y la irritabilidad y más del 40% afirmó que su condición impactaba moderada o significativamente en su vida cotidiana. La rinitis alérgica, en más del 30% de los casos, produjo interferencias en el sueño que incluían despertares nocturnos y sueño no reparador. Además, pueden presentar predisposición para afecciones concomitantes como asma, sinusitis y otitis media.
En la vida y en el trabajo
La mitad de los adultos encuestados reveló que se sentían limitados en la cantidad e intensidad de ejercicios que podían realizar en su jornada de trabajo debido a sus síntomas. Así fue como se observó un descenso de hasta un 40% de la productividad cuando los síntomas se encontraban presentes, indicando el impacto que tienen las alergias en la vida laboral de los adultos.
Debido a estas consecuencias, el estudio aconseja convocar a la comunidad médica para reconsiderar el impacto que provoca la RA en América Latina, reforzar los programas de educación de posgrado dirigidos al amplio espectro de Medicina de Atención Primaria sería una posibilidad y así mejorar su tratamiento y la consecuente calidad de vida de los pacientes que padecen de RA crónica de alta prevalencia.
*Nasal Allergies in the Latin American population: Results from the Allergies in Latin America survey, publicado por el Dr. Hugo Neffen, Alergólogo (MAT 1572), miembro de la Sección Obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).
