Roma: arrancó conferencia sobre sida con gran optimismo

Especialistas estacaron el rol de los remedios como prevención. Aunque también se planteó cuánto costaría esta estrategia.

Participan de la conferencia casi 6 mil expertos

La sexta conferencia científica sobre el sida comenzó en Roma en un ambiente entusiasta ante las nuevas posibilidades que se perfilan para controlar la infección, aunque nadie quiere subestimar las dificultades.

«La excitación es inmensa, es la primera vez que hay tantos participantes», recalcó ante la prensa Chris Beyrer, uno de los responsables de la sociedad internacional de sida (IAS, por sus siglas en inglés), organizadora del evento.

Elly Katabira, presidente de la IAS, estimó que se ha llegado a «un momento crítico». Mientras que Stefano Vella, presidente del Instituto italiano de Salud y copresidente de la conferencia, fue más lejos al decir que «el tratamiento como prevención» constituía, de por sí, «una revolución» en cierto sentido.

Los aproximadamente 5.500 investigadores y profesionales de salud presentes en Roma tienen motivos para estar contentos ante la cascada de resultados positivos logrados en los últimos meses sobre el uso de los antirretrovirales (ARV) como herramienta preventiva.

Podrán estudiar en detalle el resultado de un estudio que demuestra que cuando una persona infectada toma pronto los ARV reduce en un 96% el riesgo de infección de su pareja, lo que según destacaba un participante “se acerca mucho a la del uso del preservativo.

Los asistentes también analizarán los efectos innegables de la circuncisión, cada vez más extendida en África, que protege a más de la mitad de hombres intervenidos

En relación a los ARV, se planteó un debate: «Tratamiento como prevención ¿cambio de situación o ilusión?» Los participantes de la Organización Mundial de la Salud, ONUSIDA o una ONG respondían unánimemente: «cambio de situación».

 

Tampoco faltó la discusión en el plano económico sobre este esquema medicinal como modo de profilaxis. Según Jean-Paul Moatti, profesor de economía de la salud de Universidad del Mediterráneo, «esto desencadenaría un alza de los gastos en proporciones controlables».  Agregó que con un programa masivo de prevención, «el país paga menos por la salud y pierde menos días de producción porque la persona no está enferma».

Sin embargo, Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA declaró que «o se paga ahora, o se paga siempre», a la par que agregó que la inversión se recuperaría «en 10 o 15 años».

Por último, todos los participantes recalcaron  la necesidad de hacer los test al mayor número posible de personas y cuanto antes. En el mundo, sólo la mitad de los 33 millones de seropositivos saben que están infectados.

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