La epidemia de ébola no fue aún erradicada, advirtió el jueves en Adís Abeba el coordinador especial de la ONU para la lucha contra esta fiebre hemorrágica, el británico David Nabarro.
El anuncio fue realizado a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que por primera vez desde finales de junio, hubo menos de 100 casos confirmados de ébola en una semana en los tres países más afectados, Guinea Conakri, Liberia y Sierra Leona, según su última evaluación.
«La cantidad de casos decrece semana tras semana y tiende a cero, pero la enfermedad aún está presente en un tercio de las zonas de los tres países afectados», dijo Nabarro, presente en la cumbre de la Unión Africana que tratará el tema. «Todavía tenemos brotes ocasionales y sorpresas con los nuevos casos», agregó.
«Esto significa que la epidemia no ha sido erradicada» y «debemos continuar con nuestro esfuerzo, de forma más intensa», puntualizó Nabarro.
La incidencia de casos continúa descendiendo en Liberia y Sierra Leona, y Guinea Conakri sólo registró 30 casos confirmados en la semana del 25 de enero, un aumento de 10 con respecto a los 20 de la semana anterior. A pesar de los descensos, uno de los aspectos más preocupantes actualmente es el hecho de que, de media, sólo se conozca el 50 % de las cadenas de transmisión de los nuevos casos.
Nabarro dijo que le preocupaba la llegada de la temporada de lluvias y exhortó a instalar una red de «actores locales» antes de que las precipitaciones dificulten el acceso a ciertas zonas.
El Centro Africano de Control de Enfermedades que la Unión Africana decidió crear en 2015 permitirá reaccionar con más rapidez en caso de una nueva epidemia, estimó Nabarro.
«Nos llevó demasiado tiempo prepararnos. Necesitamos mejores medios de intervención», dijo Nabarro, al comentar las enseñanzas extraídas de la reciente epidemia de ébola, la peor en la historia de este virus.
La comunidad internacional y la Unión Africana fueron acusadas de pasividad frente a la epidemia que mató a casi 9.000 personas en un año, esencialmente en Guinea, Liberia y Sierra Leona.
La fiebre hemorrágica de ébola, altamente contagiosa y con una tasa de mortalidad que puede llegar hasta 90% de los enfermos, se transmite por contacto directo con sangre, secreciones corporales como sudor y excremento, vía sexual y la manipulación de cadáveres.
Actualmente, la tasa de mortalidad se sitúa entre el 54 y el 62 % en los tres países, lo que indica que no ha habido mejora con el paso de los meses.