Una encuesta difundida por Fundación CIDEA (Fundación para la investigación y difusión de las enfermedades respiratorias, alérgicas y otras) reveló que sólo el 5% de los argentinos que padece asma tiene bien controlada la enfermedad, aunque el 77% aseguró tenerla dominada.
El sondeo, que evaluó a más de 2.100 pacientes con asma de Argentina, Brasil, México, Puerto Rico y Venezuela, expone una gran brecha entre lo que los afectados piensan sobre el control de la patología y lo que realmente debería suceder según los criterios del GINA (siglas en inglés para “Iniciativa Global del Asma”).
“Puedes controlar tu asma” es el lema del Día Mundial del Asma 2012, que se celebrará en todo el mundo el 1 de mayo, como parte de la campaña lanzada por GINA en 2010, con el fin de promover el control de la enfermedad y poder reducir en 5 años en un 50% las hospitalizaciones por asma que se producen en todo el mundo. El riesgo de morir por esta patología se incrementa en los pacientes con internaciones frecuentes, que además se asocian a un marcado incremento de los costos directos e indirectos del asma bronquial.
Para el doctor Hugo Neffen, Director del Centro de Alergia e Inmunología de la Cuidad de Santa Fe, “el control del asma significa la ausencia de síntomas o su mínima expresión, lo que reduce significativamente el riesgo de desarrollar exacerbaciones asmáticas que pueden poner en peligro la vida del paciente”.
Pero según la encuesta, el 46% de los pacientes del país piensa que su asma está bien controlada aún si tiene dos consultas médicas urgentes por año; y el 52% cree erróneamente que la enfermedad está bien tratada si tiene tres o cuatro exacerbaciones al año, o sólo una visita a la sala de urgencias por asma al año.
Los datos mostraron así que el 17% de los encuestados debió concurrir al hospital y el 43% necesitó atención médica de urgencia debido a una exacerbación asmática durante los últimos 12 meses.
Al mismo tiempo, los pacientes indicaron experimentar una importante carga emocional o psicológica por la sensación de cansancio, miedo, depresión, vergüenza y frustración.
“El control del asma es un objetivo ineludible no sólo porque lograrlo mejora la calidad de vida, sino también porque disminuye enormemente el riesgo de exacerbaciones o crisis”, afirmó el Dr. Jorge Máspero, Director Médico e investigador de Fundación CIDEA. “Desde el punto de vista de la salud pública apuntar a lograr el control de asma y plantear programas para este fin, ha reducido los costos para el sistema, y evitar la pérdida de millones de pesos causados por ausencias escolares y laborales y baja productividad de los afectados cuando tienen asma no controlada”, agregó el experto.
En todos los países de América Latina que participaron del estudio se observó que los pacientes con asma sufren un enorme impacto de la enfermedad sobre su salud, lo que se traduce en pérdida de días de escuela y de trabajo, en una productividad significativamente más baja cuando se hallan en presencia de síntomas, y en muchos otros tipos de limitaciones en su vida cotidiana.
Cómo repercute la enfermedad
El asma es una afección crónica de las vías aéreas que afecta a 300 millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por una inflamación de las paredes internas de los conductos por los que circula el aire que entra y sale de los pulmones, que hace que estén inflamados y muy sensibles, y tiendan a reaccionar exageradamente ante la presencia de ciertas sustancias que se inhalan.
Eso hace que los músculos que rodean las vías respiratorias se contraigan, obstruyendo aún más la llegada de aire a los pulmones y causando síntomas como sibilancias (silbidos al respirar), presión en el pecho, dificultad para respirar y tos.
En Argentina la época del año donde las hospitalizaciones por asma son más frecuentes es el otoño, dado el efecto concomitante de las infecciones respiratorias virales y bacterianas sobre las vías aéreas inflamadas.