En oposición a lo que la población en general y muchos médicos piensan, la exposición solar breve y cotidiana ayuda a broncearse, sin que la piel sufra los daños que habitualmente van de la mano de la toma excesiva y prolongada.
Así lo demostró un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Brown, en EEUU, liderado por la doctora Elena Oancea. «Gracias a un trabajo realizado en laboratorio con células humanas encargadas de producir melanina -la sustancia responsable del bronceado- advertimos que la piel responde a los efectos de la radiación solar mucho más rápido de lo que se creía. Esto quiere decir que para desencadenar ciertos procesos de pigmentación alcanza con unos breves instantes de intensa luz», recalcó la investigadora.
Las conclusiones de esta experiencia que integran la reciente edición del journal Current Biology, están en consonancia con lo que algunos especialistas postulan desde hace algunos añntilde;os: para poder satisfacer la voluntad de estar bronceado y con color en verano no hace falta pasar 3 ó 4 horas bajo el sol. Por el contrario, sólo es necesario estar expuesto a la radiación solar aproximadamente media hora diaria.
De hecho, ésta es la medida que recomiendan los especialistas tanto para las mujeres con osteoporosis y por ende necesitan absorber la vitamina D proveniente de la radiación solar, así como también para las personas que tienen psoriasis y se benefician de los efectos de la rayos, ya que esto les permite atenuar las marcas y ayuda al proceso de regeneración de la piel.
«Obviamente hay gente que necesita tomar sol, y otra que simplemente disfruta haciéndolo. Debido a que tanto en uno como en otro caso se trata de una actividad difícil de evitar, lo que hacemos los médicos es concientizar al paciente para que tenga una actitud responsable. Para esto es muy importante informarlo. Si una persona sabe que tomando sólo media hora por día puede broncearse y verse mejor, pero además se está protegiendo, tenemos más probabilidades de que mantenga esa conducta», postuló el doctor Javier Ubogui, médico dermatólogo, director del de Psoriahue Medicina para la Piel.
«Creemos que la respuesta temprana que se desencadena a nivel celular apenas una persona se pone al sol tiene como objetivo defender al organismo de los posteriores daños celulares y del ADN causados por la acumulación de radiación solar. Tal como vimos en el cultivo de células de la piel que realizamos en el laboratorio y contrariamente a la creencia que teníamos de que el bronceado era un proceso mucho más lento, cuando una persona se expone al sol, se activan unos receptores específicos que comienzan a producir melanina», refirió la doctora Oancea.
Los responsables de esta temprana reacción por parte de la piel son los rayos UVA (untravioleta-A), que componen el 95% de la radiación solar que llega a nuestro planeta. El 5% restante corresponde a la radiación UVB.
«Si efectivamente la primera reacción a los rayos UVA es protectora, creemos que estamos ente un hallazgo que puede tener consecuencias en lo que tiene que ver con el desarrollo de protectores solares. No obstante, tenemos que aclarar que de ninguna manera estamos diciendo que hay que tomar sol en exceso o sin protección», aclaró la doctora, líder de la investigación.
«Gracias al trabajo en el laboratorio advertimos que en la síntesis temprana de melanina está involucrado un receptor llamado rodopsina, que se encuentra también en la retina, y que ayuda al ojo a captar la luz. Es la primera vez que se observan otras funciones de la rodopsina, aparte de las visuales», concluyó.
Fuentes: Pro- Salud News