Los hombres con niveles relativamente altos de testosterona se benefician menos de la vacuna contra la gripe que los varones y mujeres con niveles más bajos de la hormona, según un estudio que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El estudio encontró que las mujeres, en general, tienen una respuesta más robusta que los hombres en cuanto a la producción de anticuerpos. Pero la respuesta promedio en los hombres con niveles relativamente bajos de testosterona fue más o menos equivalente a la de las mujeres.
Los científicos supieron por mucho tiempo que, por razones que no son del todo claras, los hombres son más susceptibles que las mujeres a las infecciones por bacterias, virus, hongos y parásitos.
También es conocido que el sistema inmunitario de los hombres no responde con la misma fuerza que el de las mujeres a las vacunas contra la gripe, la fiebre amarilla, las paperas, la hepatitis y otras muchas enfermedades.
En promedio las mujeres tienen niveles más altos en la sangre de las proteínas de señalización que las células de inmunidad se intercambian para iniciar la inflamación, un componente clave en la activación de la respuesta del cuerpo para combatir las infecciones.
El nuevo estudio no encontró una vinculación entre los niveles de las proteínas pro inflamatorias y la respuesta a la vacuna de la gripe. La testosterona tampoco parece aplacar, directamente, la respuesta de inmunidad sino que más bien interactúa con un grupo de genes de manera que atenúa esa respuesta.
«Éste es el primer estudio que muestra una correlación explícita entre los niveles de testosterona, la expresión de genes y la capacidad de respuesta en los humanos», escribió el autor principal del estudio Mark Davis, del Instituto para Inmunidad, Trasplante e Infección en la Universidad Stanford, en EEUU.
El análisis de muestras de cincuenta y tres mujeres y treinta y cuatro hombres mostró que, en promedio, ellas tenían respuestas de anticuerpo significativamente más fuertes a la vacuna de la gripe. Las personas de sexo femenino también mostraron niveles promedio más altos de proteínas pro inflamatorias que señalan la respuesta de inmunidad.
El análisis reveló asimismo una actividad elevada en los hombres de un conjunto particular de genes que tienden a activarse y desactivarse al mismo tiempo y esto estaba asociado con una respuesta debilitada de los anticuerpos a la vacuna.
Davis y sus colegas examinaron entonces los niveles de testosterona en los hombres participantes en el estudio y encontraron que en los individuos con alto nivel de la hormona había niveles elevados de activación de los genes en el Módulo 52 correlacionada con una reducida producción de anticuerpos tras la vacunación.
En los hombres con bajo nivel de testosterona, al igual que en las mujeres, los niveles de activación de los genes en el Módulo 52 no mostraron una relación significativa con el volumen de anticuerpos producido como resultado de la vacuna contra la gripe.