Tipos de medicina alternativa

Es una costumbre mundialmente instalada que, frente a distintas situaciones, las personas recurran a tratamientos o prácticas terapéuticas no convencionales.  Según su aplicación, a estos métodos se los puede describir como alternativos o complementarios.

Medicina complementaria y alternativa (CAM, por sus siglas en inglés) es el término utilizado para los productos y las prácticas médicas que no forman parte de los cuidados estándar. Alternativos son los tratamientos distintos a los normalizados y, hablamos de medicina complementaria cuando se combinan estos dos métodos.

 

En EEUU, se estima que un tercio de la población recurre a terapias alternativas y complementarias, al menos una vez en la vida. Algunos años atrás, el tema preocupó a las autoridades de Salud de aquel país, ya que estas prácticas no estaban respaldadas por evidencia científica demostrada que defina su valor a través de ensayos clínicos controlados.

 

Por ello, y con el objetivo de orientar a la población sobre la eficacia de estos métodos, se creó en EEUU el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (en inglés, NCCAM) que funciona dentro del Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés). La tarea de esta dependencia es, mediante la aplicación del criterio científico, evaluar la seguridad y eficacia de estas opciones.

 

La lista de lo que se considera medicina complementaria y alternativa cambia continuamente, ya que una vez que se comprueba que una terapia determinada es eficaz e inocua, ésta se incorpora al tratamiento convencional de la salud, al igual que cuando surgen enfoques nuevos para la atención sanitaria. Entre ellas se hallan la acupuntura, la quiropráctica, la medicina herbaria, la homeopatía, la musicoterapia y la meditación.

 

La acupuntura es una técnica que se usa en China desde hace miles de años y que hoy se ha difundido por diversas partes del mundo. Se aplica para casi todas las enfermedades, pero es más frecuente su uso para tratar los problemas digestivos, estrés y dificultades respiratorias. Luego de actuar con agujas sobre puntos específicos, se aumenta en el organismo el nivel de endorfinas y serotonina. Estas sustancias tienen, entre otras, una propiedad beneficiosa que provoca analgesia y mejora la depresión.

 

La evaluación de los científicos demostró, además, que la acupuntura puede ser útil en el tratamiento de la migraña, el dolor de cara, problemas músculo-esqueléticos, náuseas, vómitos y asma. En China, actualmente, se aplica una variante de esta técnica: la acupuntura láser. No necesita agujas y es especialmente indicada en algunos casos importantes como los accidentes cerebro-vasculares (ACV), con el objeto de mejorar la circulación cerebral y disminuir las secuelas.

 

Otro hecho evaluado últimamente es el referido a los valores religiosos en relación con las enfermedades. En un porcentaje importante de casos se ha corroborado que la fe puede ayudar a las personas a recuperarse de las enfermedades, controlar la ansiedad, en algunos casos inclusive la depresión, y mejorar la calidad de vida.

 

Si bien las medicinas alternativas reúnen pocas evidencias científicas sobre su real eficacia o valor, es importante considerarlas como complemento de las prácticas científicamente demostradas de la medicina tradicional, en lugar de remplazar los métodos estándar por estas novedosas opciones.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí