Las personas que padecen trastornos relacionados con el sueño como ronquidos frecuentes, apnea, insomnio o dificultad para dormir en forma sostenida deben consultar al médico ya que alteran la calidad de vida y pueden tener desde consecuencias graves hasta mortales.
Esos trastornos pueden ser neurológicos o respiratorios, más allá de aquellos vinculados a problemas emocionales o psicológicos, y los más frecuentes son las apneas y los insomnios, explican los especialistas con motivo de celebrarse el Día Mundial del Sueño el 14 de marzo.
El ronquido, que en gran medida no tiene mayor relevancia, puede estar asociado a un riego mayor como padecer hipertensión arterial o a un cuadro más serio como es el síndrome de apnea del sueño.
«Entre un 50 y 70% de los hombres y entre un 25 y 50% de las mujeres roncan, y la mitad lo hace en forma significativa, es decir regularmente», dijo a Télam Facundo Nogueira, neumonólogo a cargo del Laboratorio del Sueño del Hospital de Clínicas, donde mañana también festejan un año de la creación de ese servicio.
Con respecto a las apneas, Nogueira aseguró que las padecen «entre un 4 y 10% de los hombres y entre un 2 y un 10% de las mujeres».
El médico dijo que hay cuadros leves y otros moderados y severos, que requieren atención, y destacó que «lo importante es que hay tratamiento tanto para las apneas como para los ronquidos, y se pueden revertir, pero hay que ver la característica del paciente y la gravedad del caso».
Cuando una persona «ronca frecuentemente, tiene pausas en la respiración -que otra advierte- y se levanta con sensación de haber dormido poco, es necesario hacer una consulta a un especialista en medicina del sueño», indicó.
El Laboratorio del Clínicas señaló que, según varios informes médicos, el roncar podría asociarse a un mayor riesgo de padecer hipertensión arterial y que en algunas personas puede ser la manifestación del síndrome de apnea del sueño, un cuadro más grave y con riesgo de vida.
Esas apneas se caracterizan por la aparición de pausas en la respiración durante el sueño, en general intercaladas con ronquidos intensos, y en ocasiones le genera al paciente despertares bruscos por ahogos que ceden rápidamente.
Nogueira precisó que «pueden afectar el funcionamiento cardíaco y neurológico», a largo plazo se asocian «a un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares» y que «cuando uno tiene apneas duerme mal, tiene sueño durante el día y eso afecta la calidad de vida».
En los niños, apuntó, estos trastornos son menos frecuentes y «tienen que ver en general con el crecimiento de las amígdalas».
Por otra parte, en los casos de insomnio «se abre un abanico muy grande porque las situaciones clínicas son muy heterogéneas», dijo.
El especialista destacó que hay un 20% de personas que padece insomnio agudo, es decir, que han sufrido un episodio en forma aislada en algún momento de su vida, y un porcentaje menor tiene insomnio crónico, que es cuando se expresa por lo menos durante 30 días consecutivos.
«Los pacientes pueden tener problemas para conciliar el sueño o despertarse precozmente o varias veces durante la noche, y las causas pueden ser problemas emocionales, depresivos, dolores crónicos, estrés, ciertos medicamentos, otras enfermedades que causan insomnio», describió.
Nogueira remarcó la importancia de prestarle atención a estos trastornos del sueño, pues el insomnio suele ser «síntoma de algo más profundo, porque a veces es causa de distintos problemas y a veces la consecuencia».