Tuberculosis: detectada a tiempo previene su propagación

Con un simple test de dos horas se puede detectar la tuberculosis y disminuir su expansión. Esta enfermedad afecta anualmente 9.27 millones de personas en el mundo. Causa la muerte de unos 2 millones, de los cuales 500 mil son portadores de VIH.

Cuando Alejandro Dumas Hijo publicó en 1848 su novela “La dama de las camelias”, en la que su protagonista, Margarita Gautier, muere de tuberculosis, no imaginaba que en 2010 esta enfermedad seguiría siendo la causa de una gran epidemia en el mundo.

 

Producida por el denominado bacilo de Koch en honor a su descubridor el alemán Roberto Koch, quien detecta al agente causal en muestras de secreciones respiratorias de los pacientes con tuberculosis (TBC), recién a mediados del siglo pasado se pudo contar con un tratamiento efectivo.

 

Los números de la tuberculosis en el mundo durante 2009:

 

– Personas afectadas por la TBC: 9.27 millones

 

– Personas fallecidas por TBC: 1.77 millones

 

– Personas viviendo con VIH que padecieron TBC: 1.4 millones

 

– Personas viviendo con VIH fallecidas por TBC: 500 mil

 

 

El agente causal

 

Como dijimos, fue Robert Koch quien en muestras de preparados de secreciones respiratorias pudo ver a la bacteria responsable de la tuberculosis, cuyo nombre científico es Mycobacterium tuberculosis. Esta bacteria no sólo afecta al pulmón sino que puede producir infecciones en otros órganos como las meninges, el intestino, los ganglios linfáticos.  

 

Debieron pasar muchos años desde su descubrimiento hasta que se encontrara un tratamiento con drogas efectivas y que la curación fuera posible. Con el tiempo sin embargo los problemas volvieron a surgir: la resistencia a los antibióticos utilizados en la tuberculosis, la lentitud en el diagnóstico, la transmisión de la enfermedad de una persona a otra, y la aparición del VIH hicieron que esta enfermedad que se creía controlada volviera a estar presente tanto en la práctica clínica como en los foros de discusión científica. 

 

¿Qué nuevos avances existen para esta enfermedad? – Actualización a 2010

 

Durante la Conferencia de Retrovirus e Infecciones Oportunistas de este año,  realizada en San Francisco, EEUU, se discutieron los avances para mejorar el tratamiento y detección de esta enfermedad.

 

Mejorar el diagnóstico es una de las necesidades más importantes en la actualidad. Este bacilo crece muy lentamente y muchas veces se tardan semanas en realizar una correcta detección.

 

Gracias a los nuevos avances como la biología molecular (en donde se busca la información genética de la bacteria) uno puede determinar si un paciente tiene tuberculosis en forma más eficiente. Esto se logra con lo que se denomina la PCR en tiempo real. Para ello se colocan las muestras de secreciones respiratorias del paciente en lo que se denomina cassette y en tan sólo dos horas se obtiene el resultado. Algunos centros en Argentina ya cuentan con esta nueva tecnología pero no todos la aplican para la tuberculosis. 

 

Estas técnicas de biología molecular también son fundamentales para buscar resistencia del bacilo de Koch a los antibióticos que usualmente usamos. Hoy sabemos que alteraciones en el gen del mismo determina la resistencia a la mayoría de las drogas antituberculosas, por lo tanto se puede detectar rápido esta resistencia y optimizar mejor el tratamiento.

 

Otro tema que se discutió fue si cuando se repite la TBC en personas con VIH es por una recaída o una nueva infección. Diversos estudios han demostrado que en general son reinfecciones, es decir, contactos con otras personas con la enfermedad. En este contexto existen algunos datos de estudios de África que sugieren en poblaciones con alto riesgo de tuberculosis mantener tratamientos preventivos más prolongados. Hoy sabemos que el uso de isoniacida, un antibiótico específico para esta enfermedad, en forma preventiva disminuye el número de casos de TBC en un 30 a 60%. 

 

En el área del VIH dentro del control de la tuberculosis es fundamental destacar que el inicio del tratamiento antirretroviral ha disminuido en forma impactante los casos de TBC, por lo que es una de las estrategias más importantes para su control.

 

La investigación básica y el desarrollo de vacunas son otras prioridades que se discutieron en la conferencia y sabemos que existen muchos centros enfocados en estos tópicos.

 

 

¿Qué ocurre con el tratamiento? ¿Hay algún avance?

 

El tratamiento actual para la tuberculosis es prolongado, lo que trae problemas de cumplimiento, efectos adversos, y en el caso de la persona con VIH interacciones con los medicamentos antirretrovirales. Existen nuevas drogas en estudios que tienen varias ventajas:

 

– Actúan eliminando el bacilo de Koch de las secreciones respiratorias más rápido, por lo tanto la persona transmite menos la enfermedad y se acortaría el tiempo de tratamiento

 

– Actúan en tuberculosis resistente y multirresistente:

Esta es otra de las prioridades en investigación ya sea en tratamientos como en control de su diseminación.

 

– Algunas de las drogas en estudio no tienen nombre propio y son el TMC207 y el OPC 67683.

 

Esperamos tener pronto buenos resultados con ellas y que puedan servir como nuevas herramientas en el tratamiento.

 

En conclusión, los esfuerzos para controlar la tuberculosis deben estar centrados en encontrar los casos y prevenir los nuevos, controla su transmisión y tratar la infección por VIH. Las nuevas tecnologías aportan soluciones a estas estrategias pero su implementación es lenta. La falta de disponibilidad de las nuevas armas con que contamos requiere de la toma de decisiones. Debemos actuar ya si queremos que la tuberculosis sea un problema cada vez menos frecuente.

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