La cobertura contra el virus del papiloma humano (VPH), una de las causas del cáncer de cuello uterino, superó en Argentina el 80% de las adolescentes con la primera dosis de la vacuna a dos años de su incorporación al calendario nacional, destacó hoy el Ministerio de Salud.
Carla Vizzotti, jefa del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunopreveniblesn (Pronacei), dijo que el nivel de inmunización supera al que logró Estados Unidos en ocho años de comenzar las inoculaciones, en el marco de un encuentro internacional sobre el HPV que se desarrolló en la Academia Nacional de Medicina (ANM).
«Estamos cerca del 60%» de cobertura en la segunda dosis y del 50% en la tercera”, indicó Vizzotti para luego agregar que este logro, en tan poco tiempo “es muy importante», si se considera que en EEUU la aplicación de la tercera dosis «supera apenas el 30%», comparó la funcionaria.
La titular del Pronacei encabezó la Jornada Internacional «Vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) en el marco del abordaje integral de prevención del cáncer cérvico-uterino en Argentina».
«Vacunar adolescentes es un objetivo ambicioso porque es un ciclo de la vida en el que no se tiene contacto con la prevención y los sistemas de salud, por eso lograr estas coberturas de vacunación altas es un trabajo arduo», explicó.
Entre las estrategias al respecto, destacó la vacunación de «niñas escolarizadas y no escolarizadas con abordajes particulares para cada caso y el trabajo con pueblos originarios».
El desafío, según explicó, es sostener y mejorar esos logros obtenidos. “Las nenas a los 11 años tienen que recibir las tres dosis de la vacuna que protege contra más del 80% de los genotipos de alto riesgo que producen cáncer de cuello de útero» indicó.
Por su parte, las mujeres de 25 a 64 años «tienen que hacerse los controles ginecológicos periódicamente», advirtió.
La vacunación debe «disminuir la mortalidad de esta enfermedad, que es un problema de salud pública en Argentina» y causa cada año «4.000 nuevos casos y 2.000 muertes», apuntó Vizzotti.
Silvio Tatti, profesor de Ginecología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y presidente de la Federación Internacional de Patologías del Tracto Genital Inferior (IFCPC), consideró «una picardía» no aprovechar los recursos que la cartera sanitaria dispone «para sacarnos de encima esta enfermedad».
Andrea Vicari, asesor en inmunizaciones de las organizaciones Panamericana de la Salud (OPS) y Mundial de la Salud (OMS), dijo que la estrategia en Argentina «ha sido muy exitosa» y «se acumula evidencia» de que «las vacunas son seguras y eficaces».
Argentina «ha sabido introducir la vacuna con buenas tasas de cobertura, lo que es un desafío particular ya que todavía es nueva para muchos países», dijo el experto suizo al destacar que esto puede evitar el cáncer cérvico uterino en generaciones futuras.
La apertura del encuentro estuvo a cargo del titular de la ANM y director del Instituto Nacional del Cáncer, Roberto Pradier; el subsecretario de Salud Comunitaria, Guillermo González Prieto; el representante local de OPS/OMS, Pier Paolo Baladelli, y el jefe de la Ginecología del Hospital de Clínicas -dependiente de la UBA-, Sergio Provenzano.
Argentina es «el quinto país de la región que introdujo esta vacuna, pero si vemos los resultados en cobertura y acompañamiento integral, este es el país que está demostrando una mayor capacidad de integración», apuntó Baladelli.
Las «asimetrías» que hay en el país, como ocurre en este caso en el norte, «nos ha obligado a redoblar los esfuerzos y asistencia en esos lugares, y sabemos que el impacto va a ser muchas menos mujeres muertas», afirmó González Prieto.
«Tener al alcance un mecanismo de prevención primaria como la vacuna, que beneficia a la población femenina, nos pone en una posición de excelencia» frente al HPV, expuso Provenzano, porque «la mejor y más barata medicina es la prevención».
La vacuna fue incorporada en 2011 al Calendario Nacional de Vacunación de manera gratuita y obligatoria para todas las niñas de 11 años. Para que sea efectiva requiere tres dosis: la segunda al mes de aplicada la primera y la tercera a los seis meses.
El VPH es de muy fácil transmisión y por lo tanto es muy común. Se estima que 4 de cada 5 personas (es decir, el 80%) contraerán uno o varios de los tipos del virus en algún momento de sus vidas. La infección persistente por genotipos de VPH de alto riesgo puede evolucionar a cáncer de cuello de útero.