¿Se puede perdonar una infidelidad?

Muchas parejas pueden fortalecerse después de un engaño de uno de sus integrantes, aunque siempre se necesita de un trabajo compartido.

La infidelidad siempre es un síntoma de que algo no funciona en la relación (Foto: Pixabay)

 La infidelidad es un hecho muy frecuente que siempre trae una gran herida, siempre lastima. Es una herida a la confianza, y la confianza es algo que se construye durante años, y se derriba en minutos. Volver a construir la confianza cuesta, ya que hay que volver a construir todo nuevamente”, afirma el psicólogo Jorge Martínez Canter. Y agrega: “hay casos de parejas donde ha habido infidelidad, se han reconstruido e inclusive han mejorado, porque se han sentado a ver qué era lo que les sucedía o cual era la fisura o las carencias afectivas de la pareja. Y también hay otras parejas que no han logrado reponerse ni reconstruirse”, sostiene.

 

Mitos y verdades

¿La infidelidad es un juego?- Obviamente que no, lastima y muchas veces trae traumas.

¿Toda infidelidad sale a la luz?– Sí, sale, porque la culpa siempre deja evidencias.

Es interesante saber que estadísticamente inicia la separación con más frecuencia la mujer. Pero es el hombre el que forma más rápido pareja, esto no significa que el que forma más rápido pareja es el más sano, o que es el intocable por lo que sucedió. El varón forma pareja más rápido, y por lo general con alguien más joven que él ,10 o 15 años.

El motor fundamental de la infidelidad en los varones es sexual, más frecuencia, más calidad, más variedad, probar, o sea, obedece más a lo biológico. Mientras que en la mujer, en general, tiene que ver con el lado afectivo. Ser valorada, acariciada, validada, etc.

 

Romper la confianza

“La infidelidad lastima la confianza porque rompe el pacto establecido por la pareja. El 99 por ciento de las parejas establecimos un pacto basado en la exclusividad; entonces cuando aparece un tercero se rompe un pacto que lastima y duele, pero que también está agravado por todas las mentiras que se fueron construyendo para tapar la “gran mentira”. Ya que una cosa es tener una aventura sexual, y la otra es tener una amante sexual, son dos cosas totalmente distintas. Cuando es una aventura ocasional, obviamente que también lastima y duele, pero es distinto a cuando hay una familia paralela”, sostiene Canter.

Y por otro lado, hay otras parejas que provocan un mecanismo de negación, que es “en algún lugar de mi corazón sé que hay algo que está funcionando mal, pero ojos que no ven, corazón que no siente”.

 

Reconstruir desde cero

Para reconstruir la pareja hay que cubrir ciertos elementos. El primero es el pedido de perdón, un perdón sincero, tiene que haber un abandono del amante sin excusas. No se puede reconstruir con un tercero en el medio, y tiene que haber un período que en general aconsejamos el acompañamiento de un psicólogo, porque la pareja entra en un período de turbulencia.

Nada justifica una infidelidad, pero lo podemos explicar desde el lado de la pareja, que para que haya aparecido un tercero, algo sucedió.

“Hay parejas, aunque parezca raro, que son las llamadas, inestablemente estables, parejas que están mal, pero no lo suficientemente mal como para separarse. Es muy frecuente, que algunos varones de características infantiles por envidia, cuando la mujer está embarazada, cometan infidelidad. Es envidia al estado, y al momento que está viviendo la mujer con su hijo”, concluye el psicólogo.

 

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