Alimentación verde: ¿buena o mala para la salud?

Es muy importante conocer el impacto de una dieta vegetal sobre tu nivel de vitaminas o colesterol. Estas son las falsas creencias más extendidas sobre este tipo de alimentación. 

Mitos y verdades sobre la alimentación verde (Foto: Pixabay)

Un gesto tan sencillo como introducir pequeños cambios en nuestra dieta puede inclinar la balanza a favor del planeta. Según estudios recientes, la reducción del consumo de alimentos de origen animal disminuye a su vez el impacto medioambiental que tiene su producción y distribución.

Sin embargo, aunque muchos nos planteamos aumentar el uso de ingredientes de origen vegetal, todavía están muy extendidos ciertos mitos y errores sobre qué implica este cambio en nuestra alimentación. O quizás no sabemos qué recetas preparar para disfrutar del sabor y una dieta saludable.

 

Los mitos más frecuentes

Déficit de calcio: Se suele creer que en una dieta verde, los huesos van a sufrir por falta de calcio. Sin embargo, esta falsa creencia se basa en considerar que solo la leche y sus derivados contienen el calcio necesario para nuestra salud. Lo cierto es que vegetales como el brócoli, la coliflor, el repollo, garbanzos o porotos, previamente remojados o cocidos, garantizan una correcta absorción del calcio. Y si echamos de menos el sabor del queso podemos probar las alternativas vegetales.

Carencia de vitaminas y nutrientes: En la misma línea se cree erróneamente que una dieta basada en ingredientes vegetales provocará una carencia de vitaminas. Pero los nutricionistas indican que la llamada “alimentación arcoiris”, con frutas y verduras de todos los colores, nos aseguran todas las vitaminas y antioxidantes necesarios en la dieta.

Alternativas vegetales ultraprocesadas: Otro mito muy extendido considera que alimentos veganos, como la margarina vegetal, son productos no saludables y altamente procesados. Sin embargo la inmensa mayoría de las margarinas vegetales están elaboradas con ingredientes 100% de origen natural y no incluyen grasas trans, por lo tanto, no aumentan el colesterol malo o LDL.

Huella de carbono elevada: Muchos consumidores desconocen la alta huella de carbono que implica la ganadería y los derivados lácteos. En cambio, en el estudio sobre el Análisis del Ciclo de Vida (ACV) llevado a cabo por Quantis para Upfield, se comprobó que la margarina vegetal tiene una huella ambiental un 68% menor que la mantequilla láctea. Y en su elaboración también se respeta más el entorno natural, gracias a una producción menos intensiva, tanto en el consumo de agua (con un 67% menos) como en el uso de la tierra (un 39% menor).

Otro de los motivos que puede dificultar el paulatino cambio hacia una dieta plant-based es el desconocimiento de recetas saludables veggies que no renuncian al sabor. No todo va a ser ensaladas y vegetales.

 

 

 

 

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