¿Cuántas son las horas de sueño necesarias?

Claves para dormir las horas necesarias (Foto: Pixabay)
Claves para dormir las horas necesarias (Foto: Pixabay)

Dormir bien es una pieza fundamental de nuestro día. Nos sentimos más descansados y podemos pensar mejor. Cuando tenemos una noche de mal sueño es habitual que nos sintamos incapaces de funcionar como lo hacemos normalmente, estamos con la mitad de la energía. Es difícil concentrarse y prestar atención. Dormir mal también afecta el estado de humor y el trato hacia otras personas.

Esto empeora cuando las noches de mal sueño se convierten en algo prolongado, y pueden potencialmente producir una disminución cognitiva. Por eso es importante dormir las horas suficientes para no generar ningún daño a largo plazo.

El sueño mantiene el funcionamiento normal del cerebro, ya que, durante el sueño, se reorganiza y se recarga. Además remueve los desperdicios tóxicos y fortalece nuestro sistema inmune. El sueño también es clave para la «consolidación de la memoria». Es durante este proceso que los nuevos segmentos de recuerdos basados en nuestras experiencias son transferidos a nuestra memoria de largo plazo.

Una cantidad y calidad óptima de sueño nos permite tener más energía y gozar de un mayor bienestar. Ayuda a desarrollar nuestra creatividad y pensamiento.

Durante un estudio, los investigadores observaron a bebés entre los 3 y 12 meses y notaron que un mejor sueño está asociado a mejores resultados de comportamiento en el primer año de vida, como la habilidad de adaptarse a nuevas situaciones o la regulación eficiente de la emoción.

La regularidad del sueño está conectada a la «red neuronal por defecto» (RND), que involucra a las regiones que están activas cuando estamos despiertos pero sin que estemos haciendo una tarea específica, como cuando descansamos y la mente sigue despierta.

El mal sueño puede estar asociado con cambios de conectividad dentro de esta red, tanto en adolescentes como en adultos jóvenes. Esto es importante porque el cerebro todavía se está desarrollando hasta entrada la adolescencia y en la temprana adultez.

La alteración de esta red puede entonces tener un efecto colateral en la cognición, como la interferencia en la concentración y el procesamiento basado en el recuerdo, así como en procesos cognitivos más avanzados.

La alteración de los patrones de sueño (que puede ser la dificultad en dormirse o en permanecer dormido) está muy relacionada con el proceso de envejecimiento. Estas alteraciones del sueño pueden llegar a ser contribuyentes a la disminución cognitiva y los desórdenes psiquiátricos en gente mayor.

Según los datos tomados de un banco de datos biomédicos de Reino Unido, tanto el sueño insuficiente como el excesivo contribuyen a una deficiencia en la función cognitiva de una población de mediana a tercera edad.

Gracias a ese estudio se descubrió que siete horas de sueño cada noche era óptimo para obtener beneficios cognitivos y en salud mental. El estudio muestra que, en promedio, las personas que durmieron esa cantidad tuvieron mejores resultados en exámenes cognitivos (incluyendo velocidad de procesamiento, atención visual y memoria) que aquellos que durmieron más o menos. Los individuos también necesitan consistentemente siete horas de sueño, sin mucha fluctuación en duración.

También el estudio permitió analizar la relación entre la duración del sueño, la cognición y la salud mental, y descubrieron que está mediada por la genética y la estructura cerebral.

Descubrieron también que las partes más afectadas por la falta de sueño incluyen el hipocampo, que cumple un rol fundamental en el aprendizaje y la memoria, y las regiones de la corteza frontal, implicada en el control vertical de la emoción.

Es bastante común oír sobre los problemas que puede ocasionar la falta de sueño. Sin embargo, dormir más de lo debido también puede ocasionar daños muy graves. Es posible que el encogimiento de cerebro, que se asocia a la edad de las regiones del cerebro involucradas en la regulación del sueño y la vigilia, contribuye a los problemas para dormir más adelante en la vida. Puede, por ejemplo, reducir la producción y secreción de melatonina, una hormona que ayuda a controlar el ciclo de sueño, en adultos mayores.

Las 7 horas de sueño son óptimas para proteger al cerebro de enfermedades como la demencia. Este estudio además indica que dormir lo suficiente también puede ayudar a aliviar los síntomas de la demencia protegiendo la memoria. Es por eso que es muy importante controlar el sueño en pacientes mayores con desórdenes psiquiátricos y demencia para poder mejorar sus funciones cognitivas, salud mental y bienestar.

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