Las cifras de personas que padecen obesidad en todo el mundo, están en alza. Según estadísticas oficiales del gobierno nacional, más del 50% de la población argentina está excedida de peso. Esto lamentablemente significa para miles de personas un aumento en el riesgo de ser afectados por distintos problemas de salud, entre ellos, la diabetes y la prediabetes. Por eso es de suma importancia mantener una dieta equilibrada y niveles saludables de azúcar en la sangre.
A medida que las tasas de sobrepeso y obesidad incrementan a nivel global, expertos en nutrición continúan investigando cómo una buena opción alimentaria puede ayudar a las personas a prevenir y controlar la obesidad y sus posibles consecuencias.
Prevención de la diabetes
Un estudio publicado en el Journal of the American College of Nutrition encontró que incluir almendras en el plan de alimentación de la persona que vive con diabetes o prediabetes puede mejorar ciertos factores de riesgo de esta enfermedad.
El estudio analizó los efectos de consumir una dieta que incluyera almendras con factores relacionados con la evolución de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular en adultos con prediabetes. Después de 16 semanas de consumir una dieta con almendras, ambas con base en las recomendaciones de la Asociación Americana de Diabetes (ADA), el grupo que consumió la dieta adicionada con almendras mostró mejoras estadísticamente significativas en los indicadores de sensibilidad a la insulina y de niveles de colesterol LDL, los cuales son factores de riesgo para enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2. Los datos sobre dieta y nivel de actividad física del estudio se basaron en el reporte de participantes.
Este estudio contribuye con las crecientes evidencias que sugieren que el consumo de almendras puede contribuir con la salud cardiovascular. Las almendras contienen 4 gramos de fibra, 6 gramos de proteína, 13 gramos de grasa insaturada y sólo 1 gramo de grasa saturada en un puñado de 23 piezas.
Aporte al control del peso
A su vez, elegir alimentos que promueven la saciedad (los que nos hacen sentir llenos), puede ayudarnos a controlar el peso y prevenir la obesidad. Un reciente estudio de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, identificó a las almendras como uno de los alimentos que más generan sensación de saciedad.
El estudio, denominado “Evaluation of the influence of raw almonds on appetite control” arrojó como resultado que las personas que comían almendras como snack a media mañana (en comparación con galletas con energía equivalente), reportaron tener menos hambre en el almuerzo. Comer almendras como snack también mostró favorecer un menor deseo inconsciente, o implícito, de consumir otros alimentos altos en grasa, lo cual podría ser de utilidad en la estrategia de control de peso.
El estudio particularmente encontró una reducción en las calorías consumidas durante el almuerzo en las personas que habían consumido almendras dos horas antes.
El investigador líder del estudio, Profr. Graham Finlayson, presidente de Psicobiología de la Universidad Leeds, explicó que: “Los hallazgos muestran que las almendras suprimieron el hambre entre comidas, pero también redujeron el valor de recompensa de otros alimentos altos en energía. Los consumidores asocian las almendras con control de peso exitoso, lo que podría ayudarles a mantenerse por el buen camino para llevar una dieta saludable”.
Este estudio fue publicado poco después de que otra investigación reciente de la Universidad de Harvard, denominada: “Changes in nut consumption influence long-term weight change in US men and Women”, demostrara que comer frutos secos, como almendras, está asociado a una pérdida de peso a largo plazo y un menor riesgo de obesidad en adultos.
Reemplazar la mitad de una porción (14g) de alimentos menos saludables por frutos secos se asoció con menor aumento de peso en un intervalo de 4 años y menos aumento de peso a largo plazo en general, así como un menor riesgo de padecer obesidad.
Los investigadores sugieren que los mecanismos para las asociaciones observadas que relacionan el consumo de almendras con un menor riesgo de aumento de peso son multifactoriales, pero se pueden atribuir al mayor contenido de fibra en los frutos secos. Esto puede retrasar el vaciado gástrico, y por ende, promover la saciedad.