Piernas chuecas o en equis, pies desviados, dificultad para mantener el equilibrio, cambios de postura o dolor repentino son algunas de las alteraciones que pueden padecer los niños durante la infancia y preadolescencia, a causa del sobrepeso y la falta de actividad física, señalaron fuentes médicas.
Diego Duncan, traumatólogo infantil del Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires, señaló que los chicos con kilos de más “presentan una desviación en sus rodillas que va a interferir en la corrección de su problema».
El especialista precisó que «aunque seamos muy estrictos en el tratamiento correctivo, con plantillas o zapatos especialmente diseñados, el problema no va a desaparecer en tanto el chico se mantenga en un peso que excede los valores normales para su talla».
En este sentido, destacó durante una entrevista con Télam, que un porcentaje importante de la población infantil tiene sobrepeso, dato que «surge de la observación en consultorio cuando se aplican tablas de talla y peso para las diferentes edades».
Duncan señaló que el sobrepeso se observa en todos los estratos sociales, si bien en «los pacientes del medio hospitalario, de menos recursos, el porcentaje es mayor que en los sectores de mejores recursos, probablemente debido a dietas ricas en hidratos de carbono y grasas, y pobres en proteínas».
«Es fundamental promover la actividad física y una adecuada alimentación», aseguró.
Con respecto al ejercicio, dijo que «tanto en las escuelas públicas como en la privada, las actividades físicas están mal desarrolladas”, ya que “se enseña a hacer deportes, pero no se enseña el cuidado del sistema músculo esquelético, que es fundamental para minimizar el riesgo de lesiones».
«No se enseña elongación pre y post ejercicio, como tampoco se los entrena adecuadamente con técnicas de trabajo escalonado y progresivo que aumenten la capacidad, resistencia y rendimiento muscular, y mejoren la suficiencia cardio-respiratoria. Se los obliga a correr 10 o 20 vueltas a la cancha, hacer 40 flexiones y se los califica por eso», agregó.
Con respecto al pie plano, el médico dijo que es una de las afecciones más frecuentes y que «hasta los 3 años el 70% de los niños lo tienen por la predominancia de tejido adiposo en todo el cuerpo y también en el pie». Añadió que a partir de esa edad comienza a aparecer el arco, en tanto, permanecerán planos alrededor de un 20 por ciento de esos pies.
Señaló que es importante la información genética que determina que un número considerable de padres con pies planos van a tener hijos con pies planos, y que cuando duele se soluciona en general con una cirugía.
El especialista manifestó que el pie plano se presenta muchas veces acompañado de otra afección, el llamado Genu Valgum o «Pata de catre» que es normal cuando el chico usa pañales, que suele juntar las rodillas y abrir los pies, sobre todo en chicos con mayor peso, pero a partir de esa edad, si persiste, deben comenzar el tratamiento.
«La corrección con plantillas puede contribuir a corregir la desviación en niños de hasta 9 años, pero el sobrepeso impide la corrección», especificó tras añadir que desde los 11 «tratamos este tema con cirugía”.
“Es importante saber que esta técnica no se puede aplicar una vez que se han cerrado los cartílagos de crecimiento, que en mujeres es a los 2 años de la primera menstruación y en varones aproximadamente a los 14″, agregó.
Por otra parte, precisó que «los trastornos posturales que determinan alteraciones de la marcha tales como caminar en rotación externa (en 10 y 10) o en rotación interna son difíciles de corregir porque el niño no toma conciencia del problema y por lo tanto no presta atención a la hora de corregirlos».
Destacó luego que «una vez completado el crecimiento y cerrados los cartílagos de crecimiento, no es posible corregir alteraciones de los ejes con métodos sencillos y sólo pueden ser tratados con cirugías más complejas que se indican en caso de marcada severidad».
Duncan se refirió también a la prevención y subrayó la necesidad de «insistir en el cuidado de las posturas de los recién nacidos: boca arriba o de costado, no boca abajo; realizar una ecografía de cadera a los recién nacidos, alrededor del segundo mes de vida; hacer los controles habituales de columna y crecimiento, además de incentivar una sana alimentación, evitar el sobrepeso y entusiasmar al niño en la práctica del deporte».