La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó hoy que el consumo de cigarrillos mata a 40 mil argentinos por año y reclamó para proteger a la población, la ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco.
El Grupo de Estudio de la OMS sobre la Reglamentación de Productos del Tabaco que se reunió en la Ciudad de Buenos Aires destacó la importancia de contar con leyes fuertes para enfrentar esta epidemia, que causa más de cinco millones de muertes por año en el mundo y que en 2030 provocaría ocho millones de decesos.
Andrés Leibovich, subsecretario de Políticas, Regulación y Fiscalización del Ministerio de Salud, explicó que «la promulgación del convenio marco para el Control de Tabaco de la OMS corresponde al Congreso» y destacó «la preocupación del Ministerio por las políticas antitabáquicas», al insistir en que «se está trabajando fuerte con ese tema».
Leibovich recordó que «el ex presidente Néstor Kirchner firmó en 2005 el compromiso para que ese convenio sea ratificado y lo giró al Congreso, que es donde se deben promulgar las leyes -antitabáquicas- para ponerlo en vigencia».
Coincidió en que «todo lo que se haga para proteger a las personas del consumo del tabaco significa salvar vidas» y desestimó «algunos discursos de pocos, que intentan crear pánico diciendo que con las medidas -de control y restricción de tabaco- aumentaría el desempleo» en las provincias tabacaleras.
Por su parte, Douglas Bettcher, director de la Iniciativa Libre de Tabaco de la OMS, indicó que «se estima que en Argentina un cuarto de los adultos son fumadores, es decir que hay 6 millones de personas que consumen tabaco».
Bettcher señaló que la edad de inicio de un fumador en el país se estima “entre los 13 y 15 años» y advirtió que la mitad de ellos “morirá tempranamente por enfermedades como cáncer, infarto y accidentes cerebrovasculares evitables».
El experto insistió en que en el país mueren 40 mil personas por año por consumo de tabaco y 6 mil por el humo de cigarrillo y opinó que «las leyes nacionales de entorno libre de humo no son muy fuertes, a pesar de ser fundamentales».
0En ese sentido, manifestó la necesidad de que «se ratifique el convenio marco de la OMS para que sean más efectivos los monitoreos de uso de tabaco y se pongan restricciones a su promoción, que lleve a una baja de consumo y por ende, de enfermedades que pueden ser evitables con políticas preventivas».
Los expertos de la OMS reunidos coincidieron en que tanto las prohibiciones de publicidad del tabaco como el aumento de los impuestos a los cigarrillos desalientan su consumo. Pero indicaron que no deben dejarse de lado las campañas continuas de concientización de la población, sobre los daños que causa el tabaco a la salud.
Chazi Zaatari, miembro de la OMS y experto en la regulación de productos de tabaco, explicó que «la nicotina es el desencadenante esencial en la adicción, pero hay cientos de sustancias cancerígenas que pasan al organismo cada vez que se fuma».
Zaatari definió como «altamente contaminantes los ambientes con humo de tabaco, no sólo para la salud de las personas, sino también para el medio ambiente porque se expanden tóxicos cuando se fuman y también se dañan los suelos con las colillas».
