Uno de los fármacos más utilizados para tratar la alopecia masculina podría producir efectos «adversos y significativos» en la salud sexual de algunas personas, según un estudio científico internacional.
El trabajo, publicado en Journal of Sexual Medicine centró su atención en el remedio «finasterida», el más común contra la calvicie. Aurora Guerra, jefa de sección de Dermatología del Hospital 12 de Octubre, de Madrid, admitió que nunca habían dado «demasiada importancia» a este hecho, ya que es poco frecuente y, en caso de aparecer, «es reversible». En estos casos, y dado que estos tratamientos son de larga duración, señaló la dermatóloga, «se pacta con el paciente».
Por su parte, la farmacéutica Merck, fabricante del medicamento, destacó que «los efectos secundarios sexuales se producen en menos del 2% de los hombres que toman el fármaco».
«Normalmente, se espera un tiempo porque estos problemas suelen desaparecer incluso tomando el remedio. Otros pacientes prefieren suspender el tratamiento», explicó Guerra.
Si se interrumpe, hay algunas alternativas que se pueden valorar, como minoxidil.
«También es eficaz, pero no sirve para los mismos casos porque su mecanismo de acción es distinto. Minoxidil promueve el crecimiento de la papila del folículo, es decir, fortalece el pelo. Lo que hace finasterida es evitar que las hormonas masculinas (testosterona) lleguen a la raíz del pelo, que son las que hacen daño», indicó la dermatólo.
Según publicó el diario español El Mundo, también hay otras soluciones tópicas con extractos antiandrogénicos (‘Serenoa repens’) que, como subraya la experta, son menos eficaces. De cualquier forma, Manuel Lucas, presidente de la Sociedad Española de Intervención en Sexología y miembro de la Academia Internacional de Sexología Médica, remarcó que «si un hombre está tomando, por la causa que sea, antiandrógenos, tiene que asumir que se puede producir una disminución del deseo sexual”.
La investigación del Journal of Sexual Medicine apunta a otros medicamentos en proceso de investigación, como la dutasterida, cuyo mecanismo de acción es el mismo que finasterida, es decir, «inhibe la enzima 5-alfa-reductasa».
Sin embargo, el análisis de varios estudios clínicos mostró que dutasterida podría causar pérdida de la libido, disfunción eréctil, problemas eyaculatorios y una potencial depresión en algunos hombres.
Los autores del estudio encontraron, además, otros efectos secundarios derivados de finasterida: la ginecomastia (agrandamiento de las glándulas mamarias en el hombre) y la depresión.
En ese sentido, adviertieron que «sería necesario desarrollar más estudios para confirmarlos y determinar la razón por la cual persisten en algunos individuos.
Estos medicamentos, explicó Lucas, «reducen la testosterona y a veces, en casos excepcionales, promueve el aumento de la prolactina, cuyos niveles están relacionados con la ginecomastia».
Dados los resultados, según la agencia Europa Press, los científicos norteamericanos recomiendan a los médicos que «establezcan una discusión abierta con los pacientes para informarles antes de recetar el fármaco.
En este sentido, destacó Guerra, «siempre valoramos todas las opciones con el paciente, para que él escoja la que más le compense».