Cada año, el tercer jueves de noviembre se celebra el Día Internacional del Aire Puro, instaurado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1977, tras una gran movilización que reclamó cuatro años antes por el cuidado del medioambiente.
“Al trabajarse por la calidad del aire, se insta a las personas a no fumar en espacios cerrados”, relató la Dra. Marta Angueira, coordinadora del Programa de Prevención y Control de Tabaquismo (PPCT) del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En sus palabras, “es importante mantener ambientes libres de humo, ya que la mayor parte del día permanecemos en ellos”.
Angueira, médica cardióloga que se desempeña en el consultorio de cesación tabáquica del Hospital Ramos Mejía, recordó que “los tóxicos del tabaco que se respiran son tan nocivos como los que se fuman, y además, se absorben con más facilidad”.
A su vez, indicó que cuando se enciende un cigarrillo en un espacio cerrado, “las sustancias dañinas permanecen en el aire por al menos catorce días”, lo que fue comprobado científicamente por un estudio realizado en aviones, ni bien empezó a regir en ese medio de transporte la restricción al tabaco.
Precisamente, son más de 50 los componentes cancerígenos que poseen los cigarrillos. Según relató Angueira, los fabricados en Argentina tienen además “una elevada dosis de níquel” un mineral que provocó a numerosos mineros bronquitis crónica o cáncer por respirar sus vapores. Otros de los componentes nocivos son la acetona, el tolveno el alquitrán y el DDT, además de la nicotina, que provoca adicción.
Angueira reveló además que “la punta de un cigarrillo cuando se aspira puede alcanzar una temperatura de 900 grados” y las partículas liberadas por el humo de tabaco en ambientes cerrados “producen una polución 10 veces mayor a la de un motor ecodiesel”.
De más está decir que son sumamente contaminantes, y más, en ambientes que no pueden ser ventilados con facilidad, como en el caso de los autos. En ese sentido, la Asociación Médica británica reclamó que se prohíba fumar dentro de ellos para proteger a las víctimas del tabaquismo pasivo, en especial, los niños. Los expertos aludieron que los niveles de toxicidad en los vehículos pueden ser 23 veces más altos que en un bar con humo.
Al respecto la coordinadora del PPCT indicó que esto es cierto, ya que los coches “permanecen mucho tiempo cerrados”, y además, al estar el pasajero sentado por horas, “enciende un cigarrillo tras otro”. Sin embargo, Angueira rescató hoy que los vehículos importados vienen sin encendedor y que en la actualidad “la gente se baja para fumar”.
Esta conducta, así como tantas otras, son parte de los cambios culturales que se fueron gestando a partir de la Ley 1799, que rige actualmente en la Ciudad y que, a partir del 5 de enero de 2012 eliminará por completo las excepciones para fumar en espacios cerrados y será 100% libre de humo.
“Con la llegada de la ley nacional y al ver que venían cambios en la ciudad, muchos propietarios de bares empezaron a eliminar las peceras, que a comienzo del próximo año estarán definitivamente prohibidas. Es que estos espacios generan pérdidas, ya que hasta el fumador elige los ambientes libres de humo para comer y disfrutar con la familia o los amigos”, aseguró.
A pesar de los avances, para la experta todavía se necesita “mucho trabajo” para lograr una generación libre de humo. Pero dijo: “Estamos en camino”.
“Hay que seguir con las medidas demostradas como eficaces para el control de tabaco en los jóvenes: en primer lugar los ambientes libres de humo, de resorte local; la otra es el aumento del precio de los cigarrillos, que la ley nacional aún no contempla; por último, las advertencias en las marquillas, que ya fueron presentadas por el Ministerio de Salud y van a empezar a regir pronto”, relató.
A su vez, Angueira recordó que la publicidad está prohibida desde la Ley 1799 en la Ciudad de Buenos Aires, salvo en los puntos de venta. Pero a partir del 5 de enero, los anuncios en kioscos “también deberán llevar abajo una advertencia sanitaria sobre los riesgos del tabaco, que ocupen el 20% de su tamaño y que sean tan visibles como el resto del aviso”, aclaró.
Ahora que usted conoce los riesgos del tabaco, ¿se anima a no encender un cigarrillo en el Día Internacional del Aire Puro? Si no está seguro, tal vez necesite saber los beneficios inmediatos. “Tras una hora de dejar de fumar, pero también de dejar de aspirar humo, las arterias se relajan. Es que estar en contacto con los tóxicos del tabaco produce vasocontricción y broncoconstricción inmediata”, relató la experta. Agregó que también el cigarrillo “vuelve a la sangre más coagulable”, es por eso que, al evitarlo, mejora la circulación.
En ese sentido, recalcó la importancia de los ambientes 100% libres de humo. De hecho, en nuestro país, el cigarrillo mata a 40 mil personas por año, de las cuales 6 mil son víctimas del tabaquismo pasivo.
Pero también insistió en los beneficios de abandonar la adicción. Al respecto, Angueira recordó que los tratamientos en los hospitales públicos porteños son gratuitos y remarcó que se triplicaron las consultas para dejarlo.