El yoga tradicional también puede servir para luchar contra las arrugas, siempre y cuando se lo practique en el rostro. Esta es la propuesta de Xuan Lan, quien desarrolló esta práctica basada en ejercicios que fortalecen los músculos del rostro y del cuello, para ralentizar la flaccidez de la piel.
En sus palabras, el “yoga facial”, activa la circulación y oxigenación de los tejidos. Consta de movimientos naturales que no requieren de cosméticos extra, pero pueden complementarse con cremas hidratantes. Pero una parte importante de esta práctica radica en que entre cada ejercicio se recomienda respirar y relajar la cara. Aquí, el paso a paso.
Para tonificar la piel de los párpados superiores. Apoyar los dedos en la parte superior de la frente y presionar hacia arriba para que se levanten las cejas. Abrir los ojos y mirar hacia arriba. Luego, para activar los párpados, intentar cerrar los ojos sin dejar de mirar hacia arriba. Hacer todo esto respirando con calma, para no ir demasiado rápido.
Para realzar los pómulos. Apoyar dedos índice y medio por debajo del hueso del pómulo. Realizar pequeñas presiones desde las fosas nasales y desplazando los dedos hasta las sienes.
Para estirar el exterior del párpado superior. Con la mano izquierda, apoyar el dedo medio en el borde del párpado derecho con un ligero estiramiento hacia el exterior, y el dedo índice en la sien derecha. Deja caer la cabeza hacia la izquierda, notar el estiramiento en el cuello y mantener el hombro izquierdo relajado, sin realizar esfuerzo. Quedarse en esa posición unas tres a cinco respiraciones tranquilas y cambiar de lado.
Para tonificar las mejillas. Inhalar con los ojos cerrados. Hinchar las mejillas con la boca también cerrada. Quedarse así por un par de segundos y exhalar relajando rostro y ojos. Repetir este ejercicio tres o cuatro veces.
Para estirar la piel del mentón por debajo de los labios. Llevar los labios entre los dientes, apoya los tres dedos del medio en el hueso del mentón presionado hacia abajo para estirar la piel. Cerrar los ojos, subir un poco la cabeza sin dejar de presionar con los dedos hacia abajo. Repetir el ejercicio tres o cuatro veces, sin olvidar de respirar cada vuelta.
Para tonificar el contorno del rostro. Presionar los tres dedos del medio a la raíz del pelo en la frente empezando por el centro. Presionar inhalado y exhalar relajando. Seguir desplazando los dedos hacia el exterior de las sienes y hasta el hueso de las mandíbulas.
Para combatir arrugas en cuello y escote. Sentarse en el suelo. Separar y doblar las piernas para apoyar los codos en las rodillas. Apoya las yemas de los cuatro dedos sin el pulgar en el hueso del mentón. Al inhalar, llevar la cabeza hacia atrás manteniendo el apoyo en los dedos, notando el estiramiento en el cuello, y al exhalar relajar. Repetir el movimiento tres o cuatro veces, siempre coordinados con la respiración.
Fuentes: Telva