El 9 de mayo de 1967 se realizó la primera intervención del bypass aortocoronario a una mujer de 51 años. La técnica fue desarrollada ese mismo año por el médico argentino René Favaloro quien revolucionó la cirugía cardiovascular. A 50 años de este hito, sus colegas destacan no sólo el legado del galeno, sino su humildad y el tratamiento que tenía hacia los pacientes.
«Era un tipo extraordinario, único», aseveró a Télam el presidente del Colegio Argentino de Cirujanos Cardiovasculares, Fernando Cichero, y agregó que con la invención del bypass Favaloro «hizo una revolución médica».
«Era un apasionado por el trabajo, los pacientes y la sociedad», lo definió el director del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, Oscar Mendiz, y destacó que «era un visionario y de mente abierta, porque pensaba que había que superar su trabajo».
A pesar de ser un hombre que revolucionó la cardiología por ser el creador de una técnica que permitió salvar millones de vidas en el mundo, Favaloro se mostraba como una persona humilde, que anteponía los logros en equipo antes que los individuales.
Una de sus frases recordadas fue la que mencionó durante la conferencia «Marginalidad y pobreza de cara al tercer milenio», dictada en la Universidad del Litoral en noviembre de 1997: «Nunca recibí distinciones a título personal. Para mí el ‘nosotros’ siempre estuvo por encima del ‘yo’”.
«En cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad», dijo la eminencia en el Congreso de Bioingeniería de 1999.
El aporte de Favaloro a la medicina mundial fue fruto de un profundo conocimiento de su especialidad a partir de los trabajos en investigación que llevó adelante en Cleveland, Estados Unidos, donde junto con su equipo desarrolló una técnica que logró darle expectativa de vida a los pacientes cardíacos.
«El aporte de Favaloro trascendió las fronteras, en Estados Unidos es uno de los cinco médicos más famoso de la historia. Cuando viajo por el mundo y digo que soy de Argentina todos se sacan el sombrero por Favaloro», comentó Cichero.
Los especialistas también destacaron como «fundamental» la visión de Favaloro en cuanto al funcionamiento de los sistemas de salud, que deben trabajar en la prevención además del tratamiento de las enfermedades.
«Lo importante es que Favaloro hacía hincapié en prevenir los factores de riesgo, la cirugía no cura la enfermedad», expresó Mendiz y aseveró que «su obsesión era el paciente, que no son números, que deben ser respetados».
«En cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad», dijo la eminencia en el Congreso de Bioingeniería de 1999.
Favaloro creía que la medicina tenía que tener tres pilares esenciales: la asistencia médica, la docencia y la investigación. Con ese objetivo creó la Fundación Favaloro en 1975 junto con otros colaboradores para replicar lo que venía trabajando en la Cleveland Clinic desde los años 60.
Sin embargo, el prestigioso cardiocirujano se suicidó el 29 de julio del 2000 al dispararse en el corazón, agobiado por la crisis financiera que atravesaba su fundación y decepcionado ante la falta de respuestas por parte de las autoridades y de los empresarios.
«Su final tiene que llevarnos a reflexionar, el sistema de salud tiene que ser repensado», aseveró Mendiz.