¿Qué relación tienen los anticuerpos y las vacunas con una buena calidad de sueño?

Estudios evaluaron cuánto puede incidir una buena noche de descanso después de la vacunación. Otra excusa para cultivar el buen dormir.

Un buen sueño tras la vacunación ayuda a las defensas (Foto: Pixabay)

En el último año, todos, sin importar nuestros intereses o formaciones profesionales nos convertimos informalmente en “expertos” en vacunas y en sistemas inmunológicos. La presente pandemia generó un exceso de información que conlleva a que hablemos de estos temas sin tener un conocimiento real o exhaustivo de estos temas.

En el ámbito científico existen muchos estudios de distintas líneas enfocados en anticuerpos y vacunas. En lo que respecta a investigaciones relacionadas con el sueño, en los últimos años se comprobó que este tiene un rol fundamental en las funciones inmunes adaptativas, ya que tiene incidencia en la formación de la memoria inmunológica.

Pero, ¿qué significa esto? Cuando hablamos de memoria inmunológica nos referimos a la capacidad de nuestro sistema inmune de dar una respuesta inmediata y más fuerte contra un agente infeccioso al que estuvimos expuestos previamente.

En un estudio publicado en 2003 se estudió el efecto del sueño luego de la vacunación contra la Hepatitis A. Para esto trabajaron con dos grupos experimentales. Ambos recibieron la vacuna durante la mañana, la diferencia fue lo que ocurrió por la noche: un grupo durmió normalmente, mientras que el otro permaneció despierto.  ¿Qué observaron? A las 4 semanas aquellas personas que durmieron normalmente la noche posterior a la vacunación mostraban el doble de anticuerpos contra el virus de la hepatitis A, que aquellos que permanecieron despiertos. Este fue el primer estudio en mostrar en humanos que una noche única de sueño normal después de la vacunación fortalece la evolución de una respuesta inmune natural contra un antígeno invasivo (es decir, una sustancia que nuestro sistema inmune no reconoce y por lo tanto trata de combatirla), hasta un punto clínicamente relevante.

Ocho años después, en otra investigación desarrollada por el mismo grupo de investigación, se demostró que el sueño profundo favorece la respuesta inicial de nuestro organismo frente al patógeno (virus, bacteria, microorganismos, etc) y así, cuando nuestro sistema inmune se vuelve a enfrentar con este mismo patógeno, puede hacerlo de forma más rápida y efectiva, es decir, se favorece el desarrollo de la memoria inmunológica.

Todavía no hay investigaciones que estudien el efecto del sueño post vacunación contra el Covid-19. Pero a partir de las investigaciones actuales, se recomienda dormir normalmente luego de recibir cada una de las dosis, como así también intentar mantener una buena calidad de sueño cada día.

*La licenciada Malen Moyano, integrante del Laboratorio de Sueño y Memoria del ITBA.

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