“La prevalencia de infertilidad es mayor en aquellas mujeres que fuman con respecto a la población general”, explica la Dra. Natalia Fernandez Peri, directora médica de WeFIV y agrega: “debido a la presencia de diferentes químicos en el tabaco, se ha podido constatar que la menopausia ocurre entre 1 y 4 años antes en las mujeres fumadoras. Además, por las diversas toxinas derivadas del consumo de tabaco, se ve comprometida la calidad ovocitaria”.
En cuanto a los efectos del tabaquismo en el hombre, la profesional indica que se observa reducción en la densidad del semen, en la concentración espermática y alteración en la movilidad y morfología de los espermatozoides.
Con respecto a los resultados en los tratamientos de Reproducción Asistida, hay mayor probabilidad de falla de implantación y mayor tasa de abortos subclínicos en las pacientes fumadoras.
“El cigarrillo tapa el sentimiento de ansiedad generando un círculo vicioso”
Si bien hay personas que utilizan el cigarrillo para calmar la ansiedad, existen otras estrategias y herramientas que son útiles para cumplir con ese objetivo. En este sentido, el tabaquismo puede provocar complicaciones en el embarazo como, por ejemplo, un parto pretérmino, restricción de crecimiento, ruptura prematura de membranas, mayor mortalidad perinatal y aumento de tasa de muerte súbita en el primer año de vida. Por eso, a la hora de la búsqueda de embarazo, es fundamental dejar de fumar.
Para realizar un abordaje integral de la fertilidad, es posible ocuparse de los hábitos no saludables en un espacio de contención emocional. “Trabajamos de manera psico educativa, para que el paciente entienda que el cigarrillo está tapando el sentimiento de ansiedad. Para que comprenda que, si bien está buscando sentirse mejor, finalmente no va a lograr un resultado positivo. También se trabaja con el círculo vicioso que tiene el cigarrillo: se explica el funcionamiento de la ansiedad y se trata de dar herramientas para que se cambie el cigarrillo por otros hábitos que sean saludables”, dice la Lic. María Villamil, jefa de la Unidad de Apoyo Emocional de WeFIV y continúa: “en los casos de los pacientes que dejan de fumar, se les recomienda -por ejemplo- que realicen actividad física y brindarles herramientas para que puedan mejorar sus hábitos en general”. Se trata de un proceso gradual, en el que se le brinda contención emocional al paciente.
El tabaquismo influye negativamente en la fertilidad y el embarazo. Por eso, para encarar una vida sana, más aún al momento de la búsqueda de un hijo, resulta importante encontrar un espacio de contención que permita trabajar las cuestiones que abruman y generan malos hábitos.