Tras un controvertido litigio con las autoridades sanitarias de su país, una británica de 60 años podría convertirse en madre con los óvulos congelados de su hija, quien falleció de cáncer de colon. Su objetivo es dar a luz a su nieto en una clínica especializada en EEUU.
La mujer, que pidió permanecer en anonimato y que fuentes judiciales identifican como la señora M, llegó hasta el Tribunal de Apelación de Londres, que pidió que el caso sea reconsiderado, según explicó el diario The Guardian.
Tras una larga batalla contra el cáncer, la hija de la señora M murió a los 28 años y como anhelaba ser madre, había congelado sus óvulos. La señora M informó a la justicia que la finalidad de su hija era usarlos y como llevan cinco años congelados, se corre el riesgo de que se deterioren. Por ese motivo, quiere que sean fecundados en una clínica de fertilidad de EEUU para que ella pueda dar a luz a su nieto.
Su petitición derivó en un controvertido proceso judicial entre la mujer, la Autoridad de Fertilización Embrionaria Humana (HFEA) y la Judicatura. Durante todo el litigio, la señora M sostuvo que la decisión de la reproducción asistida se tomó de mutuo acuerdo con su hija antes de que falleciera, quien además habría autorizado que fuera su madre (que sería la abuela del futuro bebé) la que se encargara del cuidado del pequeño.
Ahora el tribunal de apelación ordenó a la HFEA a reconsiderar el pedido al abrir el camino a que la mujer se pueda someter a un tratamiento de fertilidad en Estados Unidos para conseguir engendrar a su hijo-nieto.
Según reprodujo el diario La Vanguardia, el largo litigio llevó a la mujer a solicitar poder hacer el tratamiento hasta a tres jueces diferentes. Con todos, argumentó que era una decisión consensuada con su hija fallecida y que se limitaba a cumplir los deseos de ésta porque era un “niño muy querido”.