Afirman que el embarazo reduce el riesgo de artritis reumática

Investigadores de EEUU revelaron que las mujeres con hijos tendrían menos posibilidades de desarrollar la enfermedad. Las células fetales que permanecen en el cuerpo serían las responsables.

Un nuevo estudio reveló que las mujeres que tienen un bebé tendrían menos riesgo de desarrollar artritis reumática que las mujeres sin hijos, aunque ese efecto potencialmente protector desaparecería con los años.

 

La artritis reumática (AR) aparece cuando el sistema inmunológico ataca por error a las articulaciones de las rodillas, causando inflamación, dolor y daño articular progresivo. Es más común en las mujeres que en los hombres, y suele aparecer en la edad reproductiva.

 

Algunos estudios previos, pero no todos, habían sugerido que el embarazo reduciría el riesgo de desarrollar AR. Se desconoce la causa, pero una teoría indica que las células fetales que pasan a la madre durante el embarazo, ayudarían a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad.

 

Un equipo de investigadores del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson y de la University of Washington, en Seattle, analizó los antecedentes obstétricos de 310 mujeres con diagnóstico reciente de AR y de 1.418 mujeres sin la enfermedad.

 

Las que habían tenido por lo menos un hijo eran un 39% menos propensas a tener AR que las que nunca habían estado embarazadas, aun tras considerar factores como la edad y el uso de anticonceptivos orales, que están asociados con una reducción del riesgo de AR. Pero esa protección se debilitó en el tiempo, publicó en Arthritis & Rheumatism el equipo de la doctora Katherine A. Guthrie.

 

Las mujeres que habían tenido a su último hijo en los últimos cinco años eran un 71% menos propensas que las mujeres sin hijos a tener AR. En cambio, el riesgo era un 24 por ciento menor en las mujeres que habían tenido un hijo hacía más de 15 años.

 

«El resultado más interesante fue la relación entre el riesgo de desarrollar AR y el tiempo transcurrido desde el parto, en especial cómo se debilitaba esa relación en el tiempo, porque respalda nuestra hipótesis de que las células fetales, que ahora se sabe que duran décadas después del parto, serían buenas para la madre», dijo Guthrie a Reuters Health.

 

El equipo halló que el 9% de las 120 participantes que habían tenido un hijo en los últimos cinco años, tenía AR. Lo mismo ocurrió con el 14% de las 345 mujeres que habían tenido un hijo entre cinco y 15 años atrás y en el 17% de las 805 que eran madres desde hacía más de 15 años.

 

El 24% de las 406 mujeres sin hijos tenía AR. Pero dado que el estudio comparó un grupo de mujeres con AR con un grupo sano, aquellos porcentajes no reflejan el riesgo femenino de desarrollar AR según sus antecedentes obstétricos.

 

Se estima que 1,3 millones de adultos en Estados Unidos, o el 0,6% de la población adulta, tienen AR.

 

Los nuevos resultados no prueban que tener hijos reduzca el riesgo de una mujer de tener AR. Pero es posible, dijo Guthrie, que las células fetales que permanecen en el cuerpo materno le proporcionen algún nivel de protección.

 

Esas células fetales son genéticamente distintas de las de la madre, ya que la mitad de los genes de los hijos proviene del padre. Y si las células portan genes que reducen el riesgo de desarrollar AR, eso podría, en teoría, modificar en una mujer la posibilidad de sufrir la enfermedad.

 

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