Tomar distintas medidas saludables de prevención reduce en un 60% la posibilidad de padecer infartos de miocardio y un 30% la de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), reveló un informe médico del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA). El trabajo fue presentado ante el comienzo de la semana de concientización sobre la muerte súbita e infartos masivos, que comienza hoy.
La importancia de la enfermedad cardiovascular creció en los últimos años no sólo por su mortalidad, sino también por el número elevado de internaciones, costos médicos e invalidez que genera. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que la enfermedad coronaria y el ACV causan alrededor de 35 millones de muertes anuales en el mundo.
Ricardo Rey, jefe del Servicio de Epidemiología y Prevención Cardiovascular del ICBA, destacó que la experiencia médica demuestra que «si se realizan las medidas de prevención a todos los pacientes se reduce la incidencia del infarto agudo de miocardio en un 60% y de ACV en un 30%».
El experto indicó que «a pesar de las terapéuticas farmacológicas, endovasculares y quirúrgicas utilizadas actualmente, uno de cada tres adultos presenta alguna forma de enfermedad cardiovascular».
Por eso, insistió en la necesidad de entender que «la expectativa de vida se incrementaría y los pacientes tendrían una mejor calidad de vida evitando factores de riesgo cardiovascular». Un factor de riesgo es todo elemento o parámetro cuya presencia es capaz de predecir un evento cardiovascular futuro.
Existen factores como la edad, género, antecedentes heredofamiliares de enfermedad cardíaca o vascular, aumento del colesterol, hipertensión, obesidad, diabetes y síndrome metabólico.
Pero también hay conductas de riesgo que pueden modificarse como el tabaquismo, una dieta con contenidos elevados de grasas, consumo de alcohol y escasa o nula actividad física.
Rey opinó que «lo más importante es tomar conciencia de la necesidad de cuidarnos y cuidar a nuestros hijos desde la infancia para evitar enfermedades cardiovasculares».
Indicó que «la medida inicial y fundamental es cambiar nuestros hábitos de alimentación e incorporar todos los colores en los alimentos, esto significa comer verduras verdes, rojas, frutas, pescados, carnes blancas y rojas de cortes magros».
El trabajo del ICBA destacó, además, la importancia de incorporar el hábito de hacer ejercicio físico por lo menos 30 minutos 5 veces por semana, mantener el peso corporal normal y no fumar.
Además, es importante realizar controles con el médico de confianza quien indicará -en caso de considerarlo necesario- los análisis de sangre para conocer los valores de colesterol, triglicéridos y glucemia entre otros.
Rey reiteró que «es importante conocer el valor de la presión arterial de todo el grupo familiar, incluido el de los niños, porque existe hipertensión en los chicos a la que hay que estar muy atentos para evitar enfermedades cardiovasculares».