El valor nutricional de los alimentos cultivados se reduce cuando las cosechas se desarrollan en medio de una elevada concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, según un estudio que publica la revista Nature.
Un equipo liderado por Samuel Myers, de la Escuela de Salud Pública de Harvard en Boston, Estados Unidos, elaboró un estudio cuyas conclusiones apuntan a que los niveles de cinc y hierro se reducen en ciertos granos y legumbres cuando se cultivan en condiciones de alta concentración de CO2, como las que los científicos predicen para la mitad de este siglo.
Los investigadores sostienen que la reducción de cinc y hierro podría incrementar la incidencia de enfermedades asociadas a la carencia en la dieta de esos dos elementos, que afectan a cerca de 2.000 millones de personas en el mundo.
Investigaciones previas sobre los efectos del incremento de la concentración atmosférica de dióxido de carbono sobre el valor nutricional de alimentos cultivados habían arrojado resultados dispares, lo que según Myers y sus colegas puede ser reflejo de diferencias en el entorno de las cosechas.
Para alcanzar sus conclusiones, el equipo de Harvard reunió la mayor cantidad de datos hasta la fecha obtenidos a partir de experimentos al aire libre con CO2 añadido.
Los científicos analizaron información procedente de experimentos desarrollados en Japón, Australia y Estados Unidos en los que se estudió el crecimiento de arroz, trigo, maíz, soja, guisantes y sorgo.
Entre otros datos, los resultados apuntan a que los granos de trigo que crecen en concentraciones de CO2 elevadas presentan un 9,3% menos de cinc y un 5,1% menos de hierro que aquellos que se plantaron en condiciones habituales.
Los autores del estudio sugieren que los programas para reducir la vulnerabilidad de los cultivos alimentarios a los cambios en la concentración atmosférica de CO2 podrían paliar parcialmente los riesgos derivados de la reducción del valor nutricional de las cosechas.