Avanza proyecto para prohibir cirugías estéticas en menores

La iniciativa obtuvo dictamen de comisión en Diputados. La prohibición se justifica en que las intervenciones "responden a la imposición de patrones culturales por parte del mercado".

La comisión de Familia, Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados comenzó a analizar el proyecto de ley de la diputada Mara Brawer (FpV), por el cual se propone prohibir las cirugías estéticas en menores de 18 años.

La comisión de Familia, Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados emitió dictamen sobre el proyecto que prohíbe las cirugías estéticas en chicos menores de 18 años, con el fin de preservar la salud física y psíquica de los jóvenes.

La iniciativa, que hace dos semanas había recibido dictamen de la comisión de Salud, está ahora en condiciones de ser tratada por el plenario del cuerpo, una vez que lo acuerden los presidentes de los diferentes bloques.

El proyecto, elaborado por la diputada Mara Brawer (Frente para la Victoria), apunta a prohibir las cirugías estéticas en menores porque «responden a la imposición de patrones culturales por parte del mercado», según explicó la autora al abrir su exposición en la comisión.

«Nosotros buscamos proteger a los adolescentes de estas presiones que llevan a la no aceptación del propio cuerpo, en el momento en que la subjetividad se está constituyendo», fundamentó.

Brawer respondió a las dudas de varios diputados de la oposición, e incluso del propio oficialismo, fundamentalmente en lo referido a la patria potestad de los padres y a la necesidad de realizar cirugías en casos en los que se dan estigmatizaciones de los adolescentes.

«El tema de la patria potestad tiene sus límites, porque por más que un padre lo autorice, un menor no puede trabajar 45 horas por semana o ver una película prohibida para 18», ejemplificó la diputada.

En relación a las estigmatizaciones, aclaró que «en casos como las llamadas `orejas asa o dumbo` se pueden operar a partir de un informe psicológico que demuestra cómo está afectado ese chico y de un informe médico que diga que ya está completada su etapa de crecimiento».

La diputada por la Ciudad de Buenos Aires respondió sobre la negativa de los profesionales que realizan las cirugías a que se les regule la actividad, cuestión que fue planteada por opositores como la radical jujeña María Burgos o como la kirchnerista Carolina Scotto.

Otro contrapunto se dio entre las opiniones de la puntana Ivana Bianchi (Compromiso Federal) y el oficialista correntino Juan Marcopulos sobre el derecho de los jóvenes a realizarse las cirugías.

Tras una serie de argumentaciones, la diputada concluyó que «no se puede prohibir a nadie el derecho a la salud»; en tanto que el diputado del Frente para la Victoria consideró que «el proyecto no está en contra de la salud sino que está en contra del daño autoinflingido».

La kirchnerista Scotto celebró «el espíritu del proyecto, porque desde el Estado se da un mensaje de preocupación por uno de los sectores más vulnerables».

Aunque dijo que prefería la regulación en lugar de la prohibición, porque está última medida «llevaría a que aumenten las cirugías en países vecinos o que se den situaciones irregulares», como en el caso de los abortos clandestinos.

Además de establecer la prohibición, el articulado del proyecto establece excepciones para el caso de las cirugías reparadoras y terapéuticas, así como a las de cambio de sexo en el caso de las personas con una identidad de género autopercibida que no coincida con su sexo biológico.

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