“A un buen tratamiento psicológico no le debe faltar un profesional bien formado, que se comporte con ética y respete la intimidad del paciente; por otra parte, quien lo siga debe estar dispuesto a comprometerse y por último, el diagnóstico debe ser preciso, ya que equivocarse aquí puede ser peligroso”, indicó a DocSalud.com la licenciada Hebe Perrone, Directora de la Carrera de Psicología de la Fundación Barceló, al conmemorarse hoy el día de este profesional.
Los requerimientos básicos de una buena terapia están lejos de ser discutidos. Sin embargo, existen una serie de cuestiones que los pacientes suelen preguntarse antes de elegir un psicólogo. Entre ellas están las distintas corrientes, ya que el campo de la psicología abarca mucho más que la línea más seguida en nuestro país, el Psicoanálisis, que “aborda el mundo interno del paciente y apunta a cambios estructurales del paciente en el largo plazo”.
Muy populares en EEUU y Europa (aunque también en ascenso en nuestro país), son las terapias conductuales y también las psicoterapias que buscan soluciones a corto plazo con objetivos limitados. Según explica la experta, entre las primeras están las Cognitivas Conductuales, que se centran en el ámbito de los circuitos cognitivos y, “si bien apuntan al síntoma, no se limitan sólo a él”. También está la Gestáltica, también conductual, pero más orientada a los sentimientos. Más cerca de las psicoterapias, se encuentra el Psicoanálisis de las Configuraciones Vinculares, que no sólo evalúa al mundo interno del paciente, sino también a cómo se relaciona con su entorno. Por último, otra de las alternativas populares son las Terapias Sistémicas, que se enfocan en el trabajo con la familia o la pareja.
Pero según detalla Perrone, en la práctica nunca se sigue una corriente “en estado puro”. De hecho, la experta aclara que, “muchas veces, dentro del psicoanálisis, el abordaje del tratamiento en sus inicios es psicoterapéutico, donde se tocan temas sobre el presente del paciente y sus vínculos”. Esto ocurre porque “para abordar a una persona desde el psicoanálisis, primero ella debe reconocer la existencia de un conflicto y sentir angustia”.
En relación a la posibilidad de elección de la corriente para ser tratado, el paciente sólo puede distinguirla “si está lo suficientemente informado sobre sus opciones”, aunque aseguró que “intuitivamente, cualquier persona sabe qué tratamiento le hace bien, incluso los niños”.
Por otra parte, según indicó la experta, es indistinto que el profesional sea hombre o mujer, de hecho, “es el paciente quien elige y se lo respeta”. Sin embargo, si se trata de adolescentes, “puede llegar a recomendarse que el profesional sea del mismo sexo, para que éstos se sientan con más libertad de abordar sus problemáticas”.