Un análisis exhaustivo sobre los efectos a largo plazo del uso de tamoxifeno contra el cáncer de mama reafirma los beneficios de esta droga. De acuerdo a los resultados de esta investigación, luego de un tratamiento de cinco años, las mujeres que padecen un tipo particular de esta enfermedad –en la cual los tumores responden al estrógeno– tienen una mayor sobrevida al cabo de 15 años.
El compuesto previene un gran porcentaje de recurrencias (reapariciones de la patología) y la sobrevida se acerca a la que poseen en forma habitual las mujeres sanas de la misma edad. El estudio, publicado en la revista científica Lancet, englobó a todas las investigaciones realizadas hasta el momento en estas pacientes.
Un elevado porcentaje de los cánceres mamarios tiene receptores de hormonas y dependen del estrógeno para crecer. Para estos casos, el tratamiento comprende el uso de medicamentos que bloquean la acción del estrógeno, entre ellos el tamoxifeno y el grupo de los inhibidores de la aromatasa.
Los primeros ensayos clínicos con tamoxifeno comenzaron en la década del 80. Hasta ahora, más de 20 mil mujeres con diagnóstico de cáncer de mama en estadios iniciales participaron en estudios de investigación colaborativos que compararon esquemas de tratamiento con y sin tamoxifeno durante cinco años. De estas pacientes, cerca de 10 mil tenían tumores con receptores de estrógeno. En este grupo, el tamoxifeno redujo a la mitad el número de recurrencias en los primeros cinco años y en una tercera parte en los cinco años posteriores. Sin embargo, este efecto positivo no se observó en las mujeres que presentaban tumores sin receptores estrogénicos.
En cuanto a la mortalidad, las pacientes que recibieron el tratamiento hormonal también tuvieron una mayor sobrevida. Durante los 15 años del estudio, el número de muertes anuales asociadas al cáncer de mama fue un tercio menor en las participantes tratadas con tamoxifeno. En este grupo, los investigadores observaron un ligero aumento (alrededor del 1%) del riesgo de muerte por cáncer de útero y por tromboembolismo pulmonar, pero solamente en el caso de adultas postmenopáusicas mayores de 54 años.
Este seguimiento a largo plazo confirma que las mujeres con cáncer de mama tratadas con tamoxifeno sufren menos recurrencias y tienen mejor sobrevida. El efecto se observa particularmente en las más jóvenes (pre o perimenopáusicas), que no pueden ser tratadas con inhibidores de aromatasa. En el mundo, alrededor de la mitad de las afectadas por cáncer de mama tienen tumores con receptores estrogénicos y menos de 55 años al momento del diagnóstico. Según los autores del estudio, el tamoxifeno resulta una opción atractiva de tratamiento para este grupo de pacientes, aún en aquellas que presentan tumores con bajos niveles de estos receptores.
