Las consultas con médicos dermatólogos por secuelas que dejó el verano aumentaron un 30% en relación a otras épocas del año, informó la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
Esto se debe a que la gente «toma conciencia de los efectos del sol y elige el otoño como una buena época para recomponer su piel», dijo el médico Marcelo Label, miembro de la SAD, y señaló que «la mayoría de las consultas es por manchas».
«Las más comunes son los melasmas, manchas castañas que aparecen en la cara -habitualmente en frente, nariz, mejillas y labio superior-, que están ligadas a la toma de anticonceptivos o drogas fotosensibilizantes. En mujeres son más comunes en la segunda y tercera década de vida y son benignas”, detalló.
El secretario general de la SAD, Julio Gil, dijo a Télam que además «hay que prestar especial atención a los lunares, porque si reciben quemaduras de sol se pueden malignizar. Eso se llama melanoma y es lo más severo en dermatología», advirtió.
La segunda consulta más común luego de la temporada primavera-verano se da por los síntomas que produce el fotoenvejecimiento y las arrugas prematuras.
En esos casos la piel se ve áspera, seca (xerosis), con dilataciones vasculares (telangiectasias), manchas blancas (hipocrómicas) y ya en estadios más avanzados con queratosis solar (premalignas) y carcinomas, detallan los especialistas.
Para prevenir el daño, la SAD recomienda usar sombreros, anteojos y protector solar a diario.
«Las pantallas de computadora, el agua, la nieve y todo lo que refleje el sol afecta a la piel. Lo ideal es proteger las pieles oscuras con factor 30 y las claras con factor 50 todos los días», indicó Gil e insistió en «evitar las camas solares y la exposición directa» a los rayos solares entre las 11 y las 16.
«Ante la aparición de cualquier síntoma -recomendó- hay que visitar al dermatólogo para comenzar con los estudios y el tratamiento adecuado».
Label explicó que «existen técnicas para recuperar la belleza natural de la piel, como la aplicación de ácido retinoico, hialurónico o alfa hidroxiácidos».
En cuanto al tratamiento de las manchas el experto sugirió el uso de «cremas que contengan una combinación de tretinoína, hidroquinona, ácido kójico y ácido azelaico porque mejoran la apariencia del melasma».
Además, Label aclaró que «es fundamental suspender los medicamentos hormonales que pueden estar causando el problema y estudiar al paciente para detectar una posible enfermedad endócrina».
«Tratamientos de gabinete como peelings, exfoliaciones químicas, luz pulsada, terapia fotodinámica o radiofrecuencia también son efectivos si se realizan bajo estricto control del médico dermatólogo», subrayó Label.
Graciela Ferraro, presidenta de la Asociación Argentina de Dermatología (AAD) dijo a Télam que «el bronceado es una defensa de la piel ante la agresión del sol».
«Se estima que antes de los 17 años un niño ya ha recibido el 80% del total de radiaciones solares que puede tolerar en toda su vida», precisó la especialista.
Ferraro subrayó que el futuro de las lesiones de piel se determina en la infancia, por lo que es importante «no exponer a menores de un año al sol de forma directa y recordar que aunque el día esté nublado las radiaciones solares también llegan».
En afecciones dermatológicas, como en todas las relativas a la salud, «la detección precoz y el diagnóstico temprano son imprescindibles para que la expectativa de vida sea buena», manifestó Ferraro.