El simple hecho de crecer en una gran ciudad no sería un factor importante en si un niño desarrolla asma, según un nuevo estudio de la Universidad John Hopkins de Baltimore, EEUU, que contradice décadas de declaraciones públicas sobre la llamada epidemia de asma de las zonas urbanas deprimidas.
Sus autores, en cambio, hallaron que ser pobre, de raza negra o de origen portorriqueño son los factores más importantes que determinar el riesgo de un niño de sufrir asma.
«Nuestros resultados señalan el rostro cambiante del asma pediátrico y sugieren que vivir en un área urbana no es, en sí mismo, un factor de riesgo de asma», dijo la doctora Corinne Keet, una pediatra especializada en alergia y asma en Johns Hopkins, cuyo estudio fue publicado en la revista Journal of Allergy and Clinical Immunology.
Aunque estudios previos analizaron tasas de asma en ciudades específicas, ninguno comparó las cifras en zonas urbanas deprimidas en Estados Unidos, o con otro tipo de comunidades, dijo Keet.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores utilizaron información nacional de más de 23.000 niños de entre 6 y 17 años entre 2009 y 2011. El equipo analizó las tasas de asma basadas en cifras de población, además de elementos como ingresos, raza y origen étnico.
Tras ajustarse a esos factores, no hallaron diferencias estadísticas significativas en las tasas de asma entre niños de zonas urbanas deprimidas y los que vivían en otra parte.
En cambio, encontraron que niños afrodescendientes o portorriqueños sufrían tasas mucho más altas de asma, en 17 y 20% respectivamente, en comparación con niños blancos (10%), otros niños hispanos (9%) y niños asiáticos (8%).
Aunque el estudio no analizó las causas, los investigadores señalaron que otros reportes sugieren razones genéticas y biológicas para esas diferencias raciales y étnicas.
El equipo también observó una amplia variación por áreas geográficas, con 17% de los niños que vivían en ciudades del noreste enfermos de asma, comparado con el 8% de las localidades ubicadas en estados del oeste.
El asma no estaba limitado a ciudades. Por ejemplo, las tasas de la afección respiratoria eran de un 21% en áreas pobres suburbanas del noreste, comparadas con un 17% en ciudades vecinas.
El estudio tampoco analizó factores que influencian la gravedad del asma, que puede ser más frecuente en las ciudades, dijeron los autores. Eso será objeto de un estudio posterior.
El asma afecta a 6,8 millones de niños, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés).