Ver televisión o videos no es aconsejable para niños menores de dos años, ya que hay investigaciones que apuntan a que esto podría afectar a su desarrollo, declaró un grupo de pediatras estadounidenses.
En vez de permitir que los chicos se expongan a las pantallas, los padres deberían hablarles y estimularlos para que jueguen de forma independiente, afirma la primera directiva difundida en más de una década por la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés).
El consejo sigue la línea de la recomendación emitida en 1999 por la mayor asociación estadounidense de pediatras, pero esta publicación también advierte a los padres de cómo sus propios hábitos televisivos podrían retardar la capacidad de hablar en sus hijos.
La guía actualizada «aporta más evidencia de que los medios – tanto en primer como en segundo plano – tienen un efecto potencialmente negativo y ningún efecto positivo conocido para los niños menores de dos años», sostuvo. «Por lo tanto, la AAP reafirma sus recomendaciones de desaconsejar el uso de medios de este tipo en este grupo de edad», agregó.
Esta última directiva no se refiere a juegos interactivos como los videojuegos, teléfonos inteligentes u otros dispositivos, sino a medios cuyo consumo a través de cualquier tipo de pantalla es pasivo, como el teléfono, la computadora, la televisión u otros.
El pediatra Ari Brown explicó que esta actualización era necesaria debido al incremento de los lanzamientos de DVD segmentados para niños de menos de 2 años y a que casi un 90% de los padres reconocen que sus hijos perciben algún tipo de artefacto electrónico.
La AAP urgió a los pediatras a abordar el tema del uso de la tecnología con los nuevos padres y apuntó que cualquier adulto debería estar consciente de cuán distraído está cuando la televisión está encendida.
Los estudios citados en la directiva indican que los padres interactúan menos con sus hijos cuando la televisión está en funcionamiento y que un niño que juega delante de la pantalla mirará el aparato – si este está encendido, incluso como ruido de fondo – tres veces por minuto.
«Cuando la televisión está encendida, los padres hablan menos con sus hijos», afirmó el experto para luego agregar que «hay alguna evidencia científica que muestra que mientras menos tiempo se le dedica a un niño, más pobre es su lenguaje».
Ni siquiera los denominados videos educativos están beneficiando a los niños menores de dos años, ya que éstos son demasiado jóvenes para entender las imágenes en la pantalla, aseguró la AAP.
«Las propiedades educativas de los medios para niños menores de dos años siguen sin ser demostradas, a pesar del hecho de que tres cuartas partes de los productos audiovisuales infantiles más vendidos tienen reclamos educativos implícitos o explícitos», agregó.
«Un espacio de juego libre es más valioso para el desarrollo cerebral que cualquier exposición a medios electrónicos», concluyó la guía de la Academia Estadounidense de Pediatría.