Desinfectar es vital para cuidar a la familia

Para eliminar los gérmenes no basta con limpiar. En diálogo con DocSalud.com, el ingeniero Ricardo León explicó cómo prevenir enfermedades.

Una casa limpia suele asociarse con un ambiente saludable. Pero equiparar el aseo con la desinfección es un error que suelen cometer muchas amas de casa. Así lo aseguró el ingeniero Ricardo León, Director Global de Higiene y Salud de The Clorox Company, en base a estudios realizados en hogares de clase media.

 

“Limpiar es esa acción que remueve la suciedad, lo que está a la vista; pero la desinfección termina con aquello que no se ve: la carga microbiana que queda en la superficie que se alimenta de la suciedad y que se reproduce a pasos agigantados” señaló León.

 

Si bien existen investigaciones que demostraron que el agua misma con agregado de jabón puede reducir hasta un 90% la concentración  por arrastre, el 10% de los microorganismos permanecen en el hogar, y, según el especialista, “duplican su presencia en tan sólo una hora y media”. Por ese motivo, León señaló la importancia del uso de la lavandina, un producto económico de fácil acceso que elimina el 99,99% de los gérmenes causantes de enfermedades.  

 

En tiempos de amenaza de pandemias, gripes y resfríos, la costumbre se vuelve vital, ya que al estornudar los gérmenes se depositan en la superficie. Pero existen ciertas partículas microscópicas, llamadas aerosólicas, que pueden quedar en el aire hasta 72 horas. Es por eso que para complementar la desinfección, León recomendó ventilar los ambientes. Con sólo tomar esa precaución, se reduce el riesgo de contagio a través de la boca, la nariz y los ojos.

 

Sin embargo, no sólo basta cuidarse de los padecimientos respiratorios, sino también de los gérmenes que causan enfermedades gastrointestinales como la diarrea. Con preocupación y sorpresa, desde Clorox comprobaron que el ambiente más contaminado de la casa no es el baño sino la cocina. 

 

En palabras del ingeniero, la primera causa de este fenómeno se da por ser un gran lugar de tránsito. La segunda radica en que los alimentos presentan contaminación. “Por suerte, al cocinar las carnes rojas o blancas a 350 grados, los microorganismos mueren, pero desde la empresa  hemos comprobado que las frutas y verduras (y en especial las de hoja), también poseen los gérmenes causantes del síndrome urémico hemolítico”, destacó León.

 

Por ese mismo motivo, a la hora de cocinar, el especialista recomienda tomar ciertos recaudos:

 

Lavar los vegetales con agua y lavandina: colocar en un bowl un litro de agua y una cucharada sopera de lavandina. Dejar reposar por 15 minutos y después volver a enjuagar. “La ensalada no va a tener gusto a hipoclorito de sodio, ya que el producto se degrada en un 98% en contacto con materia orgánica”, señaló el ingeniero para luego agregar que  “el otro 2% se irá por la pileta de la cocina, con el último chorro de agua”. 

En caso de no querer usar el desinfectante, el León recomendó que después de lavar las hortalizas para una ensalada, se coloque primero el vinagre o el limón. Recién después de diez minutos se le debe agregar el aceite y la sal. El ph ácido de los primeros ingredientes se va a encargar de eliminar algunos microorganismos.

 

• Prestar atención a la tabla de picar: si sólo se tiene una, tomar en cuenta el orden en que se trituran los alimentos. Siempre se recomienda empezar con las verduras y dejar las carnes para el final, porque los microorganismos morirán durante su cocción. Siempre es conveniente desinfectarla entre alimento y alimento. 


• Desinfectar las mesadas donde se cocina: cuando se apoyan alimentos crudos así como la esponja con la que se lavó una tabla de picar, la contaminación permanece en la superficie. En relación al tema, León recomienda a las amas de casa “no ser obsesivas, pero sí tomar conciencia de los procesos que se realizan a la hora de preparar la comida”.

 

 

Cómo cuidar la salud de los chicos y de las mascotas

 

El ingeniero señaló la importancia de una buena desinfección donde habitan animales domésticos. Para estos casos, hay que diluir una taza de lavandina en un balde de agua y luego utilizarla para desinfectar los pisos. “Estas precauciones van a permitir que los perros o los gatos tengan una mejor calidad de vida, evitarán que se enfermen y al tomarlas habrá un impacto positivo sobre las alergias”.

 

También destacó que ni bien la mascota vuelva de la calle, se le limpie tanto las patas como el hocico con agua y jabón, algo que, en palabras de León, “la gente normalmente no hace”. A su vez, lavar con agua y lavandina las telas donde los animales duermen al menos una vez por semana ayuda a eliminar diversos focos infecciosos. 

 

Por otra parte, para proteger a los niños, es importante chequear que los juguetes estén bien limpios. “Cuando los bebés están en una etapa exploratoria o de dentición y se llevan todo a la boca, es vital mantener los muñecos y sonajeros desinfectados”. Esto se logra con sólo sumergirlos en agua y lavandina durante 30 minutos, y transcurrido ese tiempo, limpiarlos con un trapo con agua. De esta manera, “los chicos van a poder volver a jugar y disfrutar sin que haya ningún impacto sobre su salud”, concluyó el ingeniero.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí