Dos novedosas operaciones mínimamente invasivas en Catamarca y Rosario

La primera fue para reparar un hombro con luxaciones reiteradas. La siguiente extrajo un riñón atrofiado por el conducto del ombligo.

Una inédita intervención míninamente invasiva de hombro, que contó con la participación de traumatólogos locales y de otras provincias argentinas, se realizó con éxito en la ciudad de Catamarca,  en el marco de la primera reunión de la Asociación Argentina de Artroscopia, en el Instituto Médico Privado de esa ciudad. Los resultados fueron expuestos en el salón auditorio de la Obra Social de los Ejecutivos (OSDE).

 

El médico Oscar Azar, miembro de la Asociación y coordinador de la reunión, manifestó a la prensa que «diferentes especialistas fueron a observarla al instituto y después se conectaron con Tucumán, Santiago del Estero, Salta y Jujuy para difundir el caso».

 

El profesional agregó que la moderna cirugía nunca se había realizado en la provincia. El procedimiento consiste en operar un hombro que sufre luxaciones en reiteradas oportunidades y en forma consecutiva, es decir que se sale de su cavidad normal. Luego describió que por medio de la artroscopía se le realizan pequeños puntos en la intervención para la reparación de esos tejidos dañados.

 

Por otra parte, un equipo de urólogos realizó en Rosario una cirugía laparoscópica para operar un riñón atrofiado, y extrajo el órgano por el conducto del ombligo, con un procedimiento mínimamente invasivo, sin antecedentes en Argentina.

 

«Ingresamos a la cavidad abdominal a través de un único orificio, el ombligo, y colocamos unas pinzas especiales que se despliegan en el abdomen para cortar, cauterizar y extraer el órgano, informó urólogo Gonzalo Vitagliano.

 

La intervención fue realizada en el Sanatorio Centro de Rosario, por un equipo integrado por Vitagliano, Fernando Soldano y Rodrigo Martínez-Mansur. El total de la inervención duró cuatro horas.

 

El procedimiento laparoscópico, que se sigue a través de imágenes en una pantalla, consistió en introducir unas «pinzas especiales, que mediante una sucesión de curvas, permiten la manipulación del órgano en forma intraabdominal», relató el profesional.

 

El instrumental «se despliega por el abdomen, inflado con dióxido de carbono y permite llevar la laparoscopía a un nivel más complejo, con la ventaja de un pos operatorio más corto, con menos dolor y brindando un mejor resultado cosmético», sostuvo el médico.

 

La expectativa de los profesionales es que «a partir de este avance, se puedan extender las aplicaciones a pacientes con diferentes patologías, y empujar los límites a modo de saber para qué otras situaciones pueden ser útiles estas técnicas», concluyó Vitagliano.

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