EN CASO DE PINCHARSE CON AGUJAS |

EEUU cambia guías sobre exposición de médicos al VIH

La Sociedad Americana para la Atención Sanitaria de la Epidemiología (SHEA) actualizó sus guías de práctica clínica sobre exposición ocupacional al VIH, algo que afecta sobre todo a profesionales de la salud.

Un caso emblemático fue el del cirujano cardiovascular J.R., el primero que se había pinchado con una aguja mientras operaba a un paciente con el virus. Como todos los profesionales de la salud sabía que la rapidez en la actuación era básica para no contraerlo

Desde entonces, los cambios fueron muchos. El primero es en relación al tiempo al tiempo que debe transcurrir desde que el médico entra en contacto directo con la sangre de un paciente con VIH hasta que puede dar por superado el riesgo de haber contraído la infección.

Cuando le ocurrió a J.R., hubo que esperar seis meses desde que finalizó un exigente tratamiento antirretroviral hasta que pudo considerarse negativo. Ahora, los médicos de EEUU podrán hacerlo en tan solo cuatro meses. Esto ocurre por la aparición de nuevos tests como los ELISA de cuarta generación, que además de anticuerpos detectan antígenos del virus, que se producen antes.

La otra modificación se refiere a la terapia a seguir: en lugar de la doble antirretroviral, se apuesta a la triple, con el agregado de raltegravir. La recomendación estadounidense también avala a un fármaco que combina dos antirretrovirales en una pastilla, Truvada.

En total los médicos de EEUU deberían de tomar tres comprimidos al día, aunque se aceptan otras combinaciones. Al respecto el doctor José Antonio Pérez Molina, miembro de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) dijo que lo único que no deberían hacer los médicos es la toma de un único comprimido ya que, aunque existe una terapia antirretroviral que se administra de esta forma, «la mayoría de sus efectos adversos se produce el primer mes, por lo que no tendría sentido dársela a personas que solo van a tomarla durante este tiempo».

Por último, el médico español mencionó dos elementos que reducen la exposición al VIH en cirugías, pero no garantizan una prevención  total: el uso de dos guantes en lugar de uno y el empleo de una «especie de gorro con visera» para evitar el contacto con las mucosas.

Fuentes: ELMUNDO.es

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