DIRECTORA MéDICA DE HELIOS SALUD Y VICEDIRECTORA DE FUNCEI |

El 65% de los infectados en Argentina no sabe que tiene HIV

Lo aseguró Isabel Cassetti, en diálogo con DocSalud.com. La infectóloga afirmó que se debe insistir sobre la prevención todo el año y llegar a los distintos estratos con lenguajes específicos. Agregó que la mayor vía de contagio es el sexo heterosexual no protegido.

 

La médica infectóloga Isabel Cassetti, directora médica de Helios Salud y vicedirectora de la Fundación Centro de Estudios Infectológicos (Funcei) afirma que el 65 % de los portadores de HIV en Argentina no sabe que contrajo el virus. En diálogo con DocSalud.com, Cassetti relata que no existe un grupo de riesgo en particular ya que el virus «está circulando», que el contagio en la actualidad es mayormente heterosexual, por sexo no protegido y que hoy son más mujeres las que se infectan. A su vez, la especialista afirma que hasta ahora no hubo una campaña efectiva contra la epidemia y que para lograrla se necesita una fuerte decisión política, además del compromiso de todos los estratos sociales.

  

Periodista: -¿Cuál es la situación de la epidemia en Argentina?

 

Entrevistada: -En este momento la epidemia en nuestro país está en aumento, no es que esté estable. Nosotros nos basamos en la información que da el Ministerio de Salud a través de un boletín donde se informan los casos. Los casos los llamamos a las personas que ya enfermaron, las personas que han tenido enfermedades oportunistas o tumores. Además, en nuestro país a partir de 2001 se informan los infectados, es decir las personas que no han infectado, que solamente se informa su serología positiva. Entre los casos, es decir enfermos y los infectados reportados, suman aproximadamente 70 mil personas. Sin embargo cuando ustedes leen en los diarios y otras publicaciones, la estimación de personas con HIV (o sea, que es un cálculo estimado) es aproximadamente 130 mil. El problema más grande es que de estos 130 mil aproximadamente el 65% no sabe que tiene HIV.

 

P: -¿Hay diferencia entre géneros?

 

E: – En cuanto al género hay una diferencia si nosotros tomamos el inicio de la epidemia y ahora. Antes predominantemente se daba en la población de hombres que tenía sexo con hombres, era transmisión homosexual, como la llamábamos en esa época. Hoy no es así, predominantemente es transmisión heterosexual.

Ahora la población más afectada son las mujeres. En nuestro país, entre el ’81 y el ’84, teníamos la relación de 20 hombres por una mujer y hoy la relación es 2 hombres por una mujer. Sigue siendo mayoría de hombres pero hay un aumento significativo de mujeres.

La forma de transmisión fundamental es la heterosexual y es como consecuencia de tener un sexo que no es protegido. Son relaciones sexuales ocasionales sin cuidado lo que determina hoy la transmisión tan importante por vía heterosexual. 

 

P: -¿Cuál es la edad promedio en la que una persona se infecta?

 

E: – La mediana, como mide hoy el Ministerio bajó un poquito pero no mucho. En general es 32 años para la mujer y 34,5 para el hombre. No ha bajado tanto.

Un dato interesante que estamos observando en nuestro país y que se observa también en otros lados del mundo es que personas de más de 50 años están siendo cada vez más afectadas. La mujer, como ya entra en la etapa de post menopausia, como no tiene la preocupación de quedar embarazada, entonces no usa el preservativo. En el hombre, problemas que antes se podían ver como problemas de erección, etc., hoy tiene el Viagra. Son algunos de los factores –no digo los únicos- que contribuyeron a que a los mayores de 50 años hoy les prestemos atención.

 

P: -¿Cuáles son los grupos de riesgo?

 

E: – Ya no llamamos más “grupos de riesgo” porque este tipo de actitudes que forman parte del comportamiento, cualquiera de nosotros lo podemos tener. Como ya la infección está instalada en la comunidad, el virus está circulando. Ya no depende de la pertenencia. Cada uno de nosotros si no tomamos las precauciones necesarias podemos estar expuestos. Sin embargo, no corremos ningún tipo de riesgo en particular.

 

P: -¿Cómo es el proceso de la enfermedad?

 

E: – El proceso en el HIV está bien documentado. El corte es 50 años. La enfermedad tiene mayor progresión, es decir progresa más rápidamente y tiene mayor mortalidad. Esto si no recibe tratamiento, si no hay cuidado, si no hay análisis. La edad es determinante: más progresión, más mortalidad. Si uno lo compara, la misma relación con la gente joven.

La respuesta inmunológica es más lenta porque el sistema inmunológico a mayor edad responde más lentamente. El otro hecho interesante es que hay más co morbilidad, es decir que sumado a todas las cosas que puede producir el HIV, la edad puede determinar que esa persona sea hipertensa, tenga triglicéridos y colesterol alto, sea diabética.

 

P: -¿Cómo son las coberturas de los tratamientos en Argentina?

 

E: – En general los tratamientos y las coberturas de salud que hay en Argentina podemos decir que hay tres sistemas: el sistema público, el sistema de obras sociales y el sistema de medicina prepaga. Si queremos agregar el privado ya serían cuatro.

El “privado privado”, o sea que el paciente paga todo (tratamientos, análisis) es casi inexistente porque el costo es alto, los tratamientos son caros y los análisis también. La gran mayoría, te diría el 65% o 70% de los tratamientos proviene de lo que es el sistema público. Y el 30% restante de lo que es obras sociales y medicina prepaga. Hoy la persona que tiene HIV en nuestro país, afortunadamente, recibe atención médica, análisis y tratamiento de cualquier sistema al que pertenezca. Esa es una ventaja cuando uno lo analiza y lo compara con otros países de Latinoamérica. Si no tiene obra social ni prepaga va al hospital, que hay excelentes profesionales, se hacen los análisis de todo tipo y se provee la medicación.

 

P: – Uno de los servicios que tiene Helios Salud es el Hospital de Día ¿Cómo funciona con un paciente con HIV?

 

E: – El Hospital de día es un Centro de la institución destinado a administrar  medicación por vía endovenosa, o hacer alguna práctica como colocar un catéter. Su objetivo fundamental es evitar la internación. Hace muchos años los pacientes se internaban para hacer estas cosas. Hoy se trata de que eso se haga en forma ambulatoria. En el Hospital de día vienen, se colocan la medicación, lo que podrá durar de 15 minutos a tres horas y después el paciente se va a su casa. No es porque el hospital no lo contenga, sino que ya el hecho de estar aislados los hace sentir enfermos. En cambio, cuando vienen caminando, se les aplica la medicación y se van, es más beneficioso para la persona. Funciona todos los días, incluso sábados y domingos si se requiere. Y está atendido por un grupo de enfermeros y un médico que supervisa todo. Tratamos de hacer todo rápidamente y medicarlos para que se vayan a sus casas.

 

P: – Hay una mayor cantidad de infección en las clases más bajas ¿Esa diferencia se sigue viendo en Argentina?

 

E: – Sí. Si miramos el boletín del Ministerio de fines del año pasado, hay un apartado donde dice «nivel de instrucción». Entonces está separado por género y vía de transmisión. Cuando vemos las vías de transmisión, vamos a ver hombres que tienen sexo con hombres, vía heterosexual y la adicción endovenosa. Y el nivel de instrucción más bajo se ve en la transmisión por adicción endovenosa. Casi la gran mayoría no tiene el primario terminado. Y cuando vos ves el estudio universitario, la gran mayoría pertenece a hombres que tienen sexo con hombres.

En la adicción endovenosa, también llamados usuarios de droga, es similar entre hombres y mujeres. Pero cuando se analiza por género sin importar las vías de transmisión, las mujeres no alcanzan a terminar el secundario y los hombres sí. Es decir que si sacamos una conclusión: más bajo nivel de instrucción o más pobreza, es relacionado con más mujeres y más usuarios de droga.

 

P: – En Argentina las campañas de prevención son importantes ¿Pero son realmente efectivas?

 

E: – Yo creo que en nuestro país no se han hecho campañas de prevención que hayan sido efectivas. Ahora la administración actual  y la dirección del programa SIDA tiene otro enfoque y quiere que eso realmente se efectivice en el último tiempo. Me parece que recién ahora vamos a poder hablar de campañas efectivas, todavía no las estamos viendo, pero los directivos las tienen en mente.

Se necesita la decisión política de hacer la campaña, el acuerdo con los distintos estamentos de nuestra sociedad, incluida la Iglesia, y el lenguaje dirigido hacia la población.

 

P: – ¿Qué pasa con las personas que abandonan el tratamiento?

 

E: – Las personas que abandonan el tratamiento pueden tener muchos problemas, en forma inmediata o en forma alejada. Al abandonar el tratamiento el virus se empieza a replicar cada vez más y la cuestión de la resistencia hace que los medicamentos que antes teníamos para él, hoy no los podemos tener porque el virus se hizo resistente. El otro problema es que en este gran capítulo que es la adherencia al tratamiento, que quiere decir tomar los comprimidos y demás, sabemos que es algo muy difícil de sostener y que hay que trabajarlo mucho, pero no sólo nosotros como médicos sino que muchas veces tenemos que concretar entrevistas con el equipo de salud mental, con la psicóloga, por cosas que le ocurren a las personas, que quieren dejar de tomar los comprimidos y que quizás a nosotros, los médicos, no nos dice.

De todas formas, la clave para un buen tratamiento es la relación médico-paciente. Fundamental para que se siga a pesar de que sea difícil de tolerar.

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