El Hospital Garrahan cumple 25 años

La institución pediátrica de alta complejidad más importante del país celebra mañana su primer cuarto de siglo. Esta semana fue reconocida internacionalmente por su atención en cardiopatías congénitas e inauguró un banco de sangre.

El Hospital Pediátrico Juan P. Garrahan, el más importante de alta complejidad abocado a los niños, cumple este sábado su primer cuarto de siglo.

Tras superar distintas dificultades, esta institución con modelo de gestión autárquica y cofinanciamiento del Estado Nacional y la Ciudad autónoma de Buenos Aires fue destacado como una de las mejores del mundo en la atención de cardiopatías congénitas.

Hoy, por otra parte, inauguró un Centro Regional de Hemoterapia, en un acto en el que participó el ministro de Salud, Juan Manzur, quien destacó que el establecimiento está a la altura de «los mejores del mundo».

Manzur junto con los representantes sanitarios de todo el país recorrió el nuevo centro, ubicado en la intersección de Pichincha y Brasil, que cuenta con 740 metros cuadrados equipados para recibir donaciones de sangre, realizar tareas de hemoterapia y un banco de células, para lo cual el gobierno nacional aportó 25 millones de pesos.

En “el Garrahan”, como lo conoce la mayoría de los argentinos, se atiende un tercio de los niños que sufren cáncer en el país, de los cuales un 70% se cura, y se realizan alrededor de 150 trasplantes por año.

Con más de 400 mil consultas anuales, casi 22 mil egresos y 10 mil cirugías, es uno de los pocos centros de salud del mundo donde colocan corazones artificiales a pacientes que no podrían esperar el órgano en otras condiciones.

El Hospital, que posee 110 mil metros cubiertos de superficie y 510 camas, lleva una vida intensa: unas 10 mil personas pasan por allí cada día, entre pacientes, médicos y personal de salud.

Desde su inauguración, el 25 de agosto de 1987, el Garrahan es una institución autárquica dirigida por un Consejo de Administración. El presupuesto que recibe del Gobierno Nacional y de la Ciudad es de 870 millones de pesos.

Sin embargo, el nosocomio también pasó etapas duras al ser atravesado por la crisis del 2001. “Fue el peor momento del hospital, no había un peso”, destacó Josefa Rodríguez, directora del nosocomio. El impacto también se vio en el porcentaje de pacientes que no tenían cobertura social entre 2002 y 2003.

La realidad del Garrahan cambió con las condiciones socioeconómicas del país. Desde 2003 renovó buena parte de su infraestructura, amplió salas y quirófanos e impermeabilizó techos.

Reconocimiento mundial

Un estudio internacional destacó la calidad del Hospital Garrahan en la atención de cardiopatías congénitas, ubicándolo al mismo nivel de los mejores centros de salud pediátricos del mundo en ese tema.

Las cifras indicaron que de las 10 mil cirugías que se realizan en ese centro de salud cada año, 800 corresponden a la atención de cardiopatías congénitas.

Rodríguez destacó que «en la realización de cirugías de cardiopatías congénitas, en la actualidad, el Garrahan tiene el mismo nivel de calidad que los mejores hospitales pediátricos del mundo».

En ese sentido, explicó que según el estudio Aristotle Score, que es una medición internacional de resultados que evalúa complejidad y sobrevida de los pacientes con cardiopatías congénitas, «el Garrahan pasó de encontrarse por debajo de los estándares internacionales en 2007, a alcanzar los niveles más altos en 2011».

Puntualizó que «se pasó de un puntaje de 6,96, con una sobrevida del 93% en 2007, a un score de 7,4, con una sobrevida del 95,2% en 2011».

Rodríguez consideró que esa performance está relacionada «a las políticas que se vienen implementando desde el Ministerio de Salud de la Nación, a través del Plan Nacer, que permitió que la baja complejidad se esté resolviendo en otros hospitales y centros, y que el Garrahan haya aumentado la complejidad de las cirugías y, en consecuencia, la sobrevida de los pacientes».

Según informes del Plan Nacer de la cartera sanitaria nacional, entre 2009 y 2011 el Garrahan redujo en un 75% los tiempos de espera para cirugías programadas, pasando de 12 meses de espera a tan sólo tres.

Se estima que en Argentina nacen cada año más de 5.000 niños con alguna cardiopatía congénita y que 70 de cada 100 casos requieren operación, y según datos del Ministerio de Salud, aproximadamente el 46%  de ellos carecen de obra social. 

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