Si bien es cierto que algunas inmunizaciones no pueden usarse durante el embarazo, hay vacunas que no sólo pueden sino que deben aplicarse a las futuras mamás, para protegerlas a ellas y a sus bebés de enfermedades potencialmente mortales. Es el caso de la tos convulsa, una infección respiratoria muy contagiosa que puede causar la muerte, especialmente a los bebés menores de seis meses cuyas madres no recibieron la vacuna correspondiente.
De hecho, durante 2011 murieron 70 bebés en Argentina por esta causa y, según explicó la Jefa del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (PRONACEI), Carla Vizzotti, todos los fallecidos en el país fueron menores de un año y la gran mayoría entre los dos y cuatro meses. Esto ocurre porque los que no cumplieron dos meses no tienen edad para vacunarse, y entre los dos y seis meses todavía no recibieron el esquema completo. Además, su sistema inmune no es maduro para generar defensas. Por eso, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAI) recomienda vacunar a todas las embarazadas, para que ellas transmitan las defensas en forma pasiva y los bebés tengan protección en sus primeros meses de vida.
Así, para hacer frente al rebrote mundial de la infección y reducir su impacto en los lactantes, desde febrero de este año el Ministerio de Salud de la Nación promueve el refuerzo de la vacuna triple bacteriana acelular (que protege contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa) en embarazadas luego de la semana 20 de gestación. Sin embargo, según datos del PRONACEI, en lo que va de 2012 tan sólo un 7% (50 mil mujeres) recibieron esta inmunización.
Para revertir esta situación se requieren tres pasos fundamentales: “Uno es la accesibilidad. Otro es la información y la necesidad de que más madres sepan que tienen que solicitarla. Por último, que los obstetras, a quienes a veces les cuesta más indicar vacunas, lo hagan con tranquilidad porque son seguras. Tenemos que hacer énfasis en que toda futura mamá tiene derecho a vacunarse, hay que facilitar el acceso y cambiar el concepto, ya que salvo en casos muy puntuales, éstas vacunas no requieren prescripción”, indicó a DocSalud.com el Dr. Eduardo López, Presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica.
Además, López consideró que la inmunización es fundamental para resguardar a los bebes. “En sus primeros meses sólo cuentan con los anticuerpos de la madre y si ella no se vacuna, son muy bajos y no les alcanzan. Más aún si se tiene en cuenta que, según se demostró en un estudio hecho en 2011 por nuestro grupo en la Ciudad de Buenos Aires, el 30% de las embarazadas no tenían anticuerpos contra la tos convulsa”, puntualizó el especialista.
Cambio de pensamiento
Las futuras mamás pueden estar tranquilas porque para ellas sólo se usan las vacunas virales inactivadas (como la antigripal) o las desarrolladas a partir de bacterias o sus toxinas (como la antitetánica). “Cuando a una embarazada se le indica una vacuna es porque se puede utilizar sin riesgos, ni para el embarazo ni para el bebé. El virus inactivo nunca provoca enfermedad y se puede usar sin temor”, explicó a DocSalud.com el Dr. Daniel Stecher, miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Infectología.
“En la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica creemos que es muy importante que se vacunen. Pero sabemos que eso implica un cambio en el pensamiento, ya que hay que erradicar el mito que sostenía que a la embarazada no había que inmunizarla por el riesgo de efectos adversos para ella o el feto”, observó López.
En el mismo sentido opinó Stecher: “Las vacunas que se usan ahora son seguras y la mayoría de los temores en realidad tienen categoría de mitos. Esto es algo que tiene que entender el obstetra y la propia mujer. Hay que romper con esas creencias”.
Los especialistas coinciden en que un punto de quiebre ocurrió en 2009 con la epidemia de gripe H1N1. Allí toda la sociedad comprendió que las futuras mamás constituyen un grupo de riesgo y deben vacunarse. Esto se refleja en los datos actuales del PRONACEI, según los cuales hasta junio de 2012 un 43,5% de las gestantes argentinas ya recibió la inmunización antigripal trivalente, que brinda protección para los tres virus de gripe más frecuentes.
En este sentido Stecher opinó: “Algo realmente muy importante es la tasa de cobertura por gripe, porque eso muestra que se cambió una pauta cultural y que hemos logrado modificar la situación. Por eso hay que insistir en que las embarazadas pueden y deben vacunarse”.
Ahora lo fundamental es que más familias conozcan que estas inmunizaciones están disponibles en todo el país y que tienen derecho a pedir su aplicación, para que las mamás y sus hijos estén protegidos.