“En el país no se respetan las pautas de nutrición sana”

Lo dijo el Dr. Ricardo Basile, quien presidirá el XIX Congreso Argentino de Nutrición. Aclaró que se abusa de ciertos productos como trigo, papa y carne vacuna y no se consumen otros, como el pescado. 

“La alimentación diaria de los argentinos es poco variada, monótona y depende de algunos productos básicos como trigo, carne vacuna, aceite de girasol y papa. Así deja a un lado las recomendaciones de los especialistas de una dieta ‘saludable’”, advirtió el doctor Ricardo Mario Basile, Presidente del XIX Congreso Argentino de Nutrición, que se realiza entre el 6 y el 9 de noviembre en Mar del Plata.

“Los hábitos alimenticios de los argentinos no respetan las pautas de una nutrición sana, que incluye variedad de pastas y cereales preferentemente enteros, legumbres, verduras y frutas de todo tipo y color, leche, yogur, quesos y cantidades moderadas de carnes magras de distintos tipos de animales (vaca, cerdo, pollo, pescado) y aceites de diverso origen (girasol, oliva, soja)”, señaló Basile, quien considera un problema “la escasa variedad de alimentos y comidas que conforman el menú típico del país, que se basa en ensalada de lechuga, tomate, papa y cebolla, pastas, tartas, pan, milanesas, asado, pizza y sándwiches al paso”.

Según el nutricionista, “la dieta del conjunto de la población transita por un camino poco saludable, en el contexto de estilos de vida que tampoco lo son”.

“Al país le sobran alimentos pero le falta variedad. Es paradójico: bajo una pretendida diversidad en el mercado de comestibles hay homogeneidad en la cocina y en la mesa de los argentinos. Los productos de buena calidad nutricional se consumen poco y restan nutrientes esenciales a la dieta, mientras que el exceso en la ingesta de otros suma grasas de mala calidad, sodio y azúcares”, agregó.

A la hora de explicar los motivos detrás de estas malas decisiones alimentarias, el presidente del Congreso Argentino de Nutrición aseguró que son múltiples. Según él, las razones son de orden sociocultural, con hábitos fuertemente arraigados; de precios relativos; de desconocimiento de los valores nutritivos de los alimentos, entre otras.

A su vez,  resaltó la falta de motivación personal hacia la práctica de la actividad física.

Entre los principales desafíos de los nutricionistas en la Argentina, el experto mencionó que hace falta “reconocer que el derecho humano a la alimentación lo es a una alimentación variada y de buena calidad, y no se limita a una canasta básica de alimentos”.

“Cambiar la mesa de los argentinos y subir el techo de nuestras políticas requiere nuevas guías alimentarias para que la gente conozca qué es comer bien, pero también para dar señales a la industria acerca de qué perfil nutricional es el necesario para los alimentos que deben conformar una dieta mejor y para que todos, gobierno, sectores productivos y empresas, entiendan hacia qué patrón alimentario saludable deben orientarse las decisiones sobre qué producir y con qué perfil de calidad”, indicó Basile.

Por último, explicó que “el objetivo fundamental de este Congreso es demostrar las evidencias de la nutrición responsable, generar los cambios necesarios, personalizar el tratamiento y obtener  los  objetivos terapéuticos combinados, para mejorar tanto la salud como la calidad de vida de las personas”.

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