Una nueva técnica que reemplaza la válvula aorta del corazón mediante un implante hecho de tejidos de vaca mostró un índice de supervivencia similar al de las operaciones a corazón abierto y extendió la esperanza de vida, reportaron investigadores estadounidenses.
El nuevo método de sustitución de la válvula aorta por inserción de catéter (TAVR) es menos invasiva que la cirugía convencional y también podría ser una opción prometedora para pacientes gravemente enfermos, según un trabajo presentado durante una conferencia del American College of Cardiology.
Este procedimiento disminuyó los costos de rehospitalización en los pacientes débiles y de edad avanzada y aumentó la esperanza de vida hasta 1,9 años. Sin embargo, presentó mayores riesgos de derrames cerebrales y otras complicaciones cardíacas, según la investigación.
La técnica TAVR consiste en insertar al corazón, a través de un catéter instalado en alguna arteria de la pierna o de la caja torácica, un tubo que sostenga las tapas de tres válvulas interconectadas hechas con tejido de vaca.
El estudio tomó en cuenta los resultados de 699 pacientes de una edad promedio de 84 años, a quienes se les prescribió, al azar, ya sea un TAVR o una cirugía a corazón abierto para reemplazar la válvula aorta (AVR).
Todos los voluntarios sufrían de una grave estenosis aórtica, es decir, que tenían obstruida la válvula aorta, lo que impide el paso de la sangre oxigenada y que hace que el corazón trabaje más, a fin de bombear la sangre a través de un orificio muy estrecho.
Esta enfermedad afecta a nueve de cada 65 estadounidenses. Sin tratamiento, la mitad de los pacientes mueren en dos años.