El cigarrillo electrónico es al menos tan eficaz como el parche de nicotina para dejar de fumar, según un estudio neozelandés sobre este controvertido paliativo.
Publicado en la revista médica británica The Lancet, el estudio dirigido por Chris Bullen, de la Universidad de Auckland, sugiere que “el cigarrillo electrónico es comparable al parche de nicotina para ayudar a los fumadores a dejarlo por lo menos seis meses».
En realidad, este estudio realizado sobre un total de 657 usuarios que querían abandonar el tabaco, muestra un eficacia un poco mayor del cigarrillo electrónico aunque la diferencia se consideró «estadísticamente no significativa».
El cigarrillo electrónico resultó claramente más eficaz que los parches para reducir el consumo de tabaco en quienes no consiguieron dejar del todo el cigarrillo clásico.
Un 57% de quienes probaron el e-cigarrillo consiguieron reducir a la mitad o menos su consumo de tabaco, contra un 41% de los que recurrieron al parche.
Por otra parte, el e-cigarrillo consigue fidelizar mucho más que los parches a los usuarios: un tercio de quienes lo probaron siguieron utilizándolo después de la primera vez, contra solo un 8% de los que se pusieron parches.
«Nuestros resultados no muestran diferencia muy clara entre e-cigarrillos y parches para dejar de fumar pero sí parece que los cigarrillos electrónicos son más eficaces para ayudar a los fumadores a reducir el consumo», explica el profesor Bullen en un comunicado de The Lancet.
El control del uso de los llamados cigarrillos electrónicos es uno de los temas de eterna discusión. A pesar de que se los considera más inocuos que los cigarrillos reales, en 2009 la Food and Drug Administration (FDA) analizó dos modelos de estos dispositivos y encontró que sus cartuchos contenían niveles perceptibles de productos químicos tóxicos y cancerígenos, y por eso recomienda que no se usen.